TEMPUS FUGIT

Igual que nuestros antepasados se reunían y contaban historias, avatares cotidianos, "sucedidos", les llamaban... o aquellas cuestiones que les interesaban, me apetece utilizar este soporte contemporáneo, para hacer más o menos lo mismo. Y es que en el fondo muchas de las ansias de los seres humanos siguen siendo las mismas: amar, comunicar, tener cubiertas sus necesidades básicas... Y en medio de todo eso, el eterno dilema entre Ética y Estética para conseguir seguir adelante... para VIVIR.

lunes, 6 de noviembre de 2017

DE OTOÑOS

"Oscuridad" de Willem Maris (1875)


      A mí nunca me ha parecido el otoño una estación triste. Las hojas secas y los días cada vez más cortos nunca me han hecho pensar en algo que se acaba, sino más bien en una espera de porvenir.   (Patrick Modiano "En el café de la juventud perdida")


      Ahora sí, sin una transición que facilite cualquier adaptación medianamente armónica a la fragilidad humana que nos impregna, parece que el otoño ha llegado. Lo esperábamos desde el 22 de septiembre, pero este año se ha hecho esperar como una amante caprichosa, deseosa de excitar a su caro seducido. Pero algo ha fallado. Lluvias se anunciaron y cuatro gotas han caído, que para colmo de males, han venido escoltadas por unas ráfagas de viento del norte, que por estas latitudes barren hasta el poco seso que nos queda, y que está resecando todavía más, si cabe, estas tierras que no han visto caer fluidos del cielo desde hace meses y que se abren como una de esas costras con las que cicatrizaban las heridas que de críos nos hacíamos en las rodillas jugando en la calle.


      Pero no conviene ponerse trascendente, que bastante alborotado anda gallinero. Quizás sea mejor adentrarse en lo que nos resta de otoño desde una visión más intimista, intentando apaciguar el alma para no dejarnos llevar por las continuas trifulcas a las que nos vemos arrastrados. Ya se sabe que a río revuelto ganancia de pescadores, y aquí, hay poca gente con aparejos de pesca y demasiada morralla, que al final, será la que pague los platos rotos. Al tiempo…


      Propongo pues, un sencillo paseo fotográfico, con vistas otoñales tomadas en el Parque Nacional de Ordesa y recopiladas de años anteriores y aderezarlas con párrafos que algunos poetas nos han legado en versos alusivos al otoño. Si a esto le añadimos la música de Vivaldi puede que funcione. Así, que vamos a intentarlo, ¿les parece?

https://www.youtube.com/watch?v=rLJ9Ev41_sk


Aquí llega el otoño, con su voz de ceniza, desalentando sueños, cubriendo de hojarasca las imágenes rotas que el corazón conoce. Ante mi casa lloran las cañas azotadas por el viento nocturno, y asciende hasta mi cuarto el olor inquietante...
                                            Jon Juraisti  (Cambra de la Tardor)   


                                                                                              





Si fuese muerte verdadera la de este bosque de oro
Sólo habría dolor
si un hombre contemplara la caída.
Y he llorado la pérdida del mundo
al sentir en hombros, y en las ramas
del bosque duradero, el peso de una sola oscuridad. 
              
                                                                                   Francisco Brines, (Otoño inglés)














Me siento, a veces, triste
Como una tarde del otoño viejo
de saudades sin nombre,
de penas melancólicas tan lleno...
Mi pensamiento, entonces,
vaga junto a las tumbas de los muertos
y en torno a los cipreses y a los sauces
que, abatidos, se inclinan... Y me acuerdo
de historias tristes, sin poesía...

Historias que tienen casi blancos mis cabellos.

                                                                                           Manuel Machado  (Melancolía) 





              
























No vuelven las mujeres con las cuales
Cambiabas años de tu soledad
por un fugaz momento de ternura.
Tan ardiente es la vida en el otoño,
que en las horas de angustia no podrás
amar ni a la mujer que ya has perdido.
                                                       Joan Margarit  (Edad roja)







Pablo Neruda
20 Poemas de Amor y una Canción Desesperada
Poema 06

Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.