TEMPUS FUGIT

Igual que nuestros antepasados se reunían y contaban historias, avatares cotidianos, "sucedidos", les llamaban... o aquellas cuestiones que les interesaban, me apetece utilizar este soporte contemporáneo, para hacer más o menos lo mismo. Y es que en el fondo muchas de las ansias de los seres humanos siguen siendo las mismas: amar, comunicar, tener cubiertas sus necesidades básicas... Y en medio de todo eso, el eterno dilema entre Ética y Estética para conseguir seguir adelante... para VIVIR.

lunes, 26 de febrero de 2018

SILENCIOS QUE ENRIQUECEN

"Pintora y pianista"  de Lionello Arqueros (1910)


“El silencio no es la ausencia de sonido sino de ruido.  Sólo cuando paramos el torrente de pensamientos que nos bombardea, podemos escuchar esa voz que no surge de la cabeza sino del corazón”. 
Mario Alonso Puig


Vivimos en un mundo que transita en pleno proceso de cambio. Como mucho podemos analizar los parámetros en los que nos hemos movido hasta ahora. Sin embargo, creo con sinceridad, que todavía no estamos en condiciones de saber a dónde vamos, no tenemos un modelo vislumbrado. Tampoco esto es nuevo. La humanidad ha sobrevivido a profundas transformaciones a lo largo de la historia. Comenzamos siendo grupos de simios evolucionados y hasta aquí hemos llegado. Por eso me disgustan esas mentes apocalípticas y catastrofistas que parecen empeñadas en ver únicamente la parte más negativa de lo que pudiera acontecer, de otras peores hemos salido.

"Paisaje marino hawaiano" de Lionel Walden (1861-1933)

Lo que ya me preocupa más, es que en pleno siglo XXI, sigamos siendo tan torpes como para dejar nuestro propio destino, en manos de unos gobernantes que están dando muestras de una palmaria incompetencia y sobre todo de creernos a pies juntillas lo que los medios de comunicación nos transmiten. Si a esto le añadimos que hasta hace poco tiempo imperaba el lenguaje interpersonal y que en pocos años hemos pasado a movernos en el espacio virtual, es fácil comprobar cómo poco a poco se ha impuesto la costumbre de hablar cada vez menos. Por ende, se impone como forma "políticamente correcta" el hecho de evitar conversaciones sobre cuestiones de política entre familiares o amigos cuando se intuye que el propio punto de vista no es compartido por el resto. Hemos perdido capacidad de diálogo. A menudo, callamos las propias opiniones porque como además necesitamos sentirnos aprobados socialmente, sólo nos expresamos si creemos que nuestras palabras van a ser ratificadas por nuestros interlocutores. No se puede generalizar, pero ocurre en múltiples ocasiones. Quizás, esto se deba a que algunas de estas ideas pudieran no estar lo suficientemente sustentadas y sean más ajenas que propias.

Y es que mucho me temo que vivimos inmersos en un mundo tan saturado de ruido, que no podemos dejar que las células nerviosas de nuestros cerebros funcionen con normalidad. Creo pues, que necesitamos un poco de silencio. Y esta idea, surge de la convicción y la propia experiencia de que sólo la contención y el sosiego ayudan a estructurar la cantidad de mensajes que recibimos.


Únicamente alejados de ruidos y voces, es posible depurar toda la información que nos llega y que en estos tiempos puede calificarse de abrumadora. Nuestro cerebro necesita de la suficiente tranquilidad como para ser capaz de valorar los datos y las experiencias vividas que va recibiendo, y posteriormente, quedarse con la información que le interesa descartando la que no le sirve. Obvio es, que cada cual tiene su propio funcionamiento, por lo que sería absurdo tratar de imponer modelos, uno debe buscarse su "espacio de paz". 

"Puesta de sol en el mar" de Juan Federico Kennett (1872)

Pero no es sólo eso, es además, desde el silencio interior, desde donde es posible que surjan los pensamientos, las emociones, los recuerdos las ideas etc... Y sólo así, conseguimos dar sentido a nuestras experiencias, ser más creativos y meditar sobre nuestros propios estados mentales y emocionales. El silencio es el camino para llegar hasta allí. No hay creatividad sin silencio. En este sentido, Octavio Paz se expresa de maravilla en este poema.

SILENCIO  
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.


"Conversación interesante"  de Federico Zandomeneghi (1895)


Y pienso también, que el silencio es como un gran maestro para aprender a escuchar y a dialogar con el otro. Escuchar no es una acción pasiva, exige estar atentos a lo que la otra persona nos está transmitiendo. La empatía suele jugar en esto un importante papel. Somos ante todo personas, lo que nos convierte en seres sociales. Y en numerosas ocasiones, como humanos nos sentimos liberados hablando, además, percibimos inmediatamente cuando nuestro interlocutor deja de prestarnos atención, por eso la escucha requiere previamente, del ejercicio de la paciencia. De una paciencia amorosa y solidaria, a sabiendas de que si bien eres hoy tú el oyente, es posible que cualquier otro día, seas tú mismo quien necesite de alguien que te escuche en tus asuntos y dilemas...

Así, frente a la algarabía que nos rodea, la dávida del silencio, se nos ofrece como un arma poderosa para ser más íntegros, y es que como escribía la gran María Zambrano, en su obra “Hacia un saber sobre el alma,  "La verdad necesita de un gran vacío, de un silencio donde pueda aposentarse, sin que ninguna otra presencia se entremezcle con la suya, desfigurándola... Sólo en soledad se siente la sed de verdad". 
Si os apetece, podéis escuchar esta magnífica interpretación del Adagio del Albinoni: https://www.youtube.com/watch?v=kn1gcjuhlhg

"El Monte Elbrus cubierto por nubes" de Nikolái Jarošenko (1894)


¿DE QUÉ SILENCIO ERES TÚ SILENCIO?  
Fina García Marruz

¿De qué silencio eres tú silencio?
¿De qué voz, qué clamor, qué quién responde?
Abismo del azul, ¿qué hacemos en tu seno,
hijos de la palabra como somos?
¿Qué tienes tú que ver, di, con nosotros?
¿Cómo si eres ajeno, así nos tientas?
¿Habría sed de no haber agua cierta?
¿O quién vistióme de piedad los ojos?
¿Puedo poseer, pequeña, don inmenso
que faltase a los cielos y a las aguas?
Y él ¿podría morir, sobreviviendo
menor que él, todo el fulgor del cielo,
quedar la tierna luz indiferente
al fuego que, irradiando, ha suscitado?






viernes, 9 de febrero de 2018

LA LUNA

La Torre de Galata a la luz de la luna de Iván Konstantinovich Aivazovsky (1845)



"Con la libertad, las flores, los libros y la luna, ¿quién no sería perfectamente feliz?"  Oscar Wilde

Me gusta contemplar la luna, siempre ha ejercido sobre mí una atracción especial. Ya sé que no es un privilegio propio de esta humilde hoja sostenida, y que de hecho la cuestión ha sido analizada desde la antigüedad. Creo que la hermosura de una luna llena es incomparable. Si se da la circunstancia de que esta fase, pueda ser disfrutada en verano, en plena naturaleza y sobre todo en la montaña, puede llegar a fascinar constatar la capacidad de luz que irradia la gran  luna llena en una noche despejada.
Así que aquí estamos los lunáticos, llevamos mala fama porque ya en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, nos definen como locos, “lunático:  que “padece locura, no continua, sino por intervalos”. Me parece de una desconsideración total.  Yo me considero lunática, sencillamente porque me gusta la luna, y porque he observado que de alguna manera influye en mi comportamiento, pero vamos, de allí a la definición de marras va un buen trecho. Y es que la RAE, de vez en cuando, se pasa bastante. De hecho el término viene del latín “lunaticus”, porque ya los romanos, se percataron de que  las diferentes fases de la luna podían influir de forma evidente en el comportamiento de las personas.  
¿Son lunáticas todas las mujeres cuyos ciclos menstruales se calculan en torno a los ciclos lunares?  De acuerdo a la cultura popular, las fases del satélite tienen influencia también en la gestación y en el parto. Sabido es que en los hospitales, cuando hay cambio de luna, suelen esperar más partos de los habituales.



Luna llena

         ¿Son lunáticos los judíos que celebran la Pascua el 15 del mes hebreo de Nisán, porque generalmente es el primer plenilunio de abril?  ¿Y los cristianos...? La Pascua cristiana nunca se celebra antes del 22 de marzo ni después del 25 de abril porque la fecha se rige por el equinoccio del 21 de marzo, si ese día cae luna llena y es sábado, la Pascua será al día siguiente. Pero si la luna llena es del 21 de marzo antes de la hora exacta del equinoccio deberá esperarse hasta el siguiente plenilunio, que ocurrirá 28 días después (el tiempo que tarda la luna en dar una vuelta a la Tierra). Si ese día 18 de abril es domingo, la Pascua será el domingo siguiente, es decir el 25 de ese mes.
¿Y que me dicen de los recién casados? Habitualmente se van de viaje de novios, al que también se ha llamado tradicionalmente luna de miel, ¡otra vez la luna! Esta expresión, tiene su origen en el siglo XVI, y parece que está vinculada al primer mes (y por tanto la primera luna) posterior a la boda. Pero también hay quien explica que viene de la costumbre medieval de dar a los novios  hidromiel la noche de bodas, ya que esta bebida, supuestamente, aumentaba la fertilidad.


Los cuadros que nos secundan muestran el atractivo que la luna ejerce sobre los artistas. El que encabeza esta entrada, "La Torre de Galata a la luz de la luna" es de Ivan Konstantinovich Aivazovsky, un pintor romántico ruso. El cuadro nos muestra la entrada del Estrecho del Bósforo que divide a Estambul que aparece al fondo. A la derecha, podemos ver Santa Sofía y la Mezquita Azul, de las que el artista destaca sus minaretes, pero sobre todo, se ha esforzado en resaltar la esbeltez de la Torre Gálata, y todo ello bajo la magnífica forma con la que ha conseguido tratar los tonos de la luz de la luna.

Algo parecido le ocurre al cuadro del alemán Louis Douzette (1834-1924). Fue una gran paisajista y pintó varios cuadros con lunas llenas. En éste, la luz de la luna se ve reflejada en la nieve de tal forma, que ilumina todo el paisaje invernal. Todavía ha querido enfatizar más el ambiente hostil de la estación, con un cielo lleno de nubes que en ocasiones son absolutamente oscuras, pero aun así, no priva a la luna de ser quien ilumine toda la escena. Además, ha querido humanizar el paisaje, y en el lado derecho, aparece una casa de campo de la que sale el segundo punto de luz del cuadro. Una refulgencia que nada tiene que ver con la principal. Es un foco de luz cálida, pero de pequeñas dimensiones y que no trasciende al exterior para no restar protagonismo a la luna. 

Y de nuevo es la luz de nuestro satélite la protagonista de “El puente de Hauge fuera de Arendal” de Thomas Fearnley. Éste pintor noruego, fue uno de los máximos representantes del nacionalismo romántico de su país. Se le considera "el padre de la pintura moderna en Noruega". Precisamente se especializó en pintar paisajes espectaculares en los que como en el nuestro, juega con las sombras y la luz. Aquí, la luna aparece velada, no obstante, captamos sus efectos lumínicos. De no ser luna llena, no podríamos distinguir esas aguas que transcurren de forma rápida, casi violenta arrastrando a su paso incluso troncos sueltos. Podemos ver igualmente, el fondo boscoso, el puente con su construcción claramente, las dos zonas que éste une… Incluso podríamos aventurar que una tormenta ha provocado el aumento de caudal, y todo eso, gracias a la luz de la luna.


El último paisaje es una vista de la ciudad de Dresde. Siempre que evoco esta ciudad no puedo olvidar los terribles bombardeos que sufrió por parte de la Royal Air Force británica (RAF) y las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos (USAAF) a finales de la II Guerra Mundial. Cuatro ataques aéreos entre el 13 y el 15 de febrero de 1945, dejaron a la llamada Florencia del Elba, convertida en escombros. Las bombas eran además incendiarias, así que lo que no destruyeron fué consumido por el fuego. ¡Que atrocidad! Y ahora nos escandalizamos cuando extremistas musulmanes destruyen bienes que son Patrimonio de la Humanidad. ¡Qué ciegos estamos! ¿Aprenderemos la lección alguna vez...? Dhal era noruego pero trabajó también en otras capitales. En 1918 viajó a Dresde y le fascinó. Pintó varios lienzos con la ciudad a la luz de la luna. En éste cuadro, "Vista de Dresde por la luz de la luna", ésta, se mantiene oculta tras las nubes, el pintor, ha querido centrar la mirada en la contemplación de una ciudad majestuosa, con importantes edificios y un gran puente. El resplandor lunar queda sólo reflejado en el agua, mientras que la urbe se presenta con una iluminación casi etérea, para darle un aire mucho más delicado y mágico.

Pienso en la luna y me viene a la memoria el estribillo de la canción Luna de Victor Manuel: "Luna llena, invisible son los hilos que manejas. Luna llena, siempre envuelta en un alo de lunática tristeza..." 
       Porque también los músicos nos han dejado obras tan maravillosas como este Claro de Luna de Debussy: https://www.youtube.com/watch?v=ja7v4JTsLVw y B, o Beethoven, con su Sonata Claro de Luna: https://www.youtube.com/watch?v=5-MT5zeY6CU, por no recordar la famosa canción de Mecano, Hijo de la Luna, https://www.youtube.com/watch?v=MR3vH6U79Ko, o la inolvidable Moon River con Audrey Hepburnvhttps://www.youtube.com/watch?v=uirBWk-qd9A .


Paisaje de invierno con la luna llena de Louis Douzette (1869)


En fin, yo me quedo con mi luna, a pesar de que las noches de luna llena me cueste conciliar el sueño, con la música, con un par de poemas y algunos hermosos cuadros.



La Luna
Jaime Sabines

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.


El puente de Hauge fuera de Arendal de Thomas Fearnley (1842)


Luna entre mis manos
Elisa Huezo Paredes

La luna que se derrama
anillos hace mis dedos
y en el fulgor de su lumbre
los deja presos.

Bajo la parra de los jazmines
miro mis manos
y entre encajes de sombras y hojas
se han transformado
porque la luna los pinta
de oro lunado.

Con la luz de la luna
me haré un vestido
que me vuelva nuevita,
delgada y rubia
y frotando mi anillo diré a la luna
que me mande al espejo
de la fortuna.

Aún tengo esperanzas de ese milagro
cuando de allí me miras
autorretrato,
ya que tienes la fecha medio borrada,
nada me dice el tiempo
y el tiempo es nada.



Vista de Dresde por la luz de la luna de Johan Christian Dahl (1788-1857)

“La Luna es suficiente para disipar la oscuridad de la noche, lo que ni siquiera millones de estrellas pueden hacer”
 Bhaktivedānta Swami Prabhupāda


domingo, 4 de febrero de 2018

DESDE EL SILENCIO

 

Viejas cartas y hojas muertas de Claude Andrew Calthrop (1875)



"Quizá uno comienza a envejecer en el momento en que empieza a dolerle la memoria". Rosa Montero


       Me está resultando difícil de sobrellevar este invierno. Demasiados acontecimientos personales, pero sobre todo, una desmedida situación sociopolítica hacen que me encuentre un tanto desorientada. Sí, ya sé que confesar las debilidades propias no es bueno, que siempre están los lobos, esperando a despedazarte ante el menor de los quebrantos. ¡Que vacuidad, Dios mío!, que egos y que deseos de alzarse por encima de los demás tiene el personal. Nada más amargo, que la traición de la amistad. Y no es que pretenda al expresarme así demostrar ser un ser impoluto y mucho menos éticamente superior a quienes me rodean, no, no es eso. Pero hay circunstancias que una no termina de comprender y quizás por eso, tampoco me extraña el espectáculo que a nivel político estamos contemplando.

El asunto de Cataluña, podría llegar a parecer surrealista, de no ser por toda la enjundia que contiene. Es un conflicto antiguo, alimentado por unos y por otros y en el que para colmo, historia y mito, se mezclan hasta la confusión. Pero cuidado, porque cuando en una sociedad, el diálogo llega a ser sustituido por la irracionalidad y la violencia, las consecuencias pueden ser muy peligrosas. Además, confieso que el tema me tiene saturada hasta el hartazgo, porque mucho me temo, que incluso está sirviendo para velar otros problemas, tan serios como ese o más, que España tiene.

Y mientras tanto una, no sabe muy bien qué hacer. Los viejos anhelos de transformar el mundo, se ven demasiados días, sumidos en una especie de agotamiento transcendental visto el horizonte que me confina.

Por otra parte, la soledad, que conforme pasan los años, se va imponiendo como una especie de asunción de  ese exilio interior al que te arrastra todo lo anterior, tampoco es fácil de llevar. Harta de conversaciones vanas, de mentiras y de ese panen et circenses en el que el poder mantiene a las gentes, poco queda por hacer. Una llega a pasmarse ante esta feria de las vanidades en la que nos hemos instalado y en la que cualquier petimetre, se jacta de ser un intelectual a la altura de los que antaño fueron los mejores representantes de generaciones que hoy nos sirven de referentes.


Así que una se refugia en unas pocas conversaciones con íntimos amigos y sobre todo en la lectura y la música.

Como me reconozco llena de carencias, releo escritores conocidos, aunque también últimamente he descubierto autores que me resultan muy interesantes, autores que por lo demás, serán para otros de sobra conocidos. Me han atraído sobre todo, porque lejos de evadirme, hacen que analice algunos de sus párrafos en un intento, a veces vano, de lograr comprender esto tan sencillo, pero paradójicamente extraño que no es otro sino el propio peregrinaje vital.

Les dejo pues con algunos de estos párrafos, la mayoría en prosa y algún poema.

Zenobia Camprubí hacia 1905


La novia de invierno de Edouard Frederic Wilhelm Richter (1909)


























































         Zenobia Camprubí (1887-1956), la mujer de Juan Ramón Jiménez, en sus Diarios, escribía en la entrada del viernes 24 de junio de 1938:

¿Por qué será que los mejores momentos de nuestra vida vienen inesperadamente y aquellos que planeamos con tanto cuidado y tan anticipadamente casi siempre son un fracaso? Estas cosas las sentimos siempre en nuestro interior, sin que por fuera se vea nada. Nada. Pero entonces, ¿cómo conocemos nuestras propias desilusiones? J.R. subió y conmovido por las fotos, como yo pensé que estaría, me dijo que no pude haber encontrado ninguna otra cosa que lo conmoviera tanto. Pero yo lo había visto sola primero y él las vio solo después, y no hubo camaradería ni gozoso intercambio sobre los detalles, porque antes de que llegara el momento preciso él me había cerrado inconscientemente mi vía de acercamiento a él"


María Zambrano en  1984


Y de mi admirada María Zambrano, de la que no creo que haga falta comentar nada, he entresacado los siguientes:

“Lo que diferencia a los géneros literarios es la necesidad de vida que les ha dado origen. No se escribe, ciertamente, por necesidades literarias, sino por necesidad que tiene la vida de expresarse”.  (La confesión: género literario)

“Y así me he ido quedando a la orilla. Abandonada de la palabra, llorando interminablemente como si del mar subiera el llanto, sin más signo de vida que el latir del corazón y el palpitar del tiempo en mis sienes, en la indestructible noche de la vida. Noche yo misma”. (Hacia un saber sobre el alma)

“El sueño es la aparición estática de la vida. Mas como la vida psíquica es en sí misma movimiento, suceso, el sueño es paradójicamente la inmovilidad de un movimiento, el absoluto de un movimiento. Lo cual viene a suceder en el otro polo de la vida humana: en la creación lograda, y especialmente en el arte que es más movimiento que ningún otro: la Música. La Música es el sueño organizado, el sueño que sin dejar de serlo ha pasado por el tiempo y ha aprendido del tiempo, ha aprovechado del tiempo. Y toda vida bien lograda es la que ha pasado por el tiempo y ha aprovechado de él para realizarse más bien sin dejar de ser en su raíz: la vocación, el amor y el conocimiento”. (Los sueños y el tiempo, en El sueño creador)

“Yo he renunciado a mi exilio y estoy feliz, y estoy contenta, pero eso no me hace olvidarlo, sería como negar una parte de nuestra historia y de mi historia. Los cuarenta años de exilio no me los puede devolver nadie, lo cual hace más hermosa la ausencia de rencor. Mi exilio está plenamente aceptado, pero yo, al mismo tiempo, no le pido ni le deseo a ningún joven que lo entienda, porque para entenderlo tendría que padecerlo, y yo no puedo desear a nadie que sea crucificado”. (Amo mi exilio, en Las palabras del regreso)


Robert Lee Frost














Robert Lee Frost (1874-1963) fue un poeta estadounidense, considerado como uno de los fundadores de la poesía moderna en su país, por expresar con sencillez filosófica y profundidad sentimental, la vida y emociones del hombre rural de Nueva Inglaterra.























Una parada en el bosque en una tarde nevada

Creo saber de quién es este bosque
el dueño vive en el pueblo, sin embargo;
no va a enterarse de que me detuve acá
a mirar su bosque lleno de nieve.
Mi caballito debe creer que es raro
parar sin que haya una granja cerca,
entre el bosque y el lago congelado,
la noche más oscura del año;
hace sonar el arnés al sacudirse
para preguntar si hubo algún error.
El otro único sonido que hay es el barrer
del viento suave y los copos como plumas.
El bosque es encantador, oscuro y profundo,
pero yo tengo promesas que cumplir,
y kilómetros por recorrer antes de dormir,
y kilómetros por recorrer antes de dormir.



Lula Carson

Lula Carson Smith nació en Columbus, Georgia en febrero de 1917 y murió en Nueva York en septiembre de 1967, conocida como Carson McCullers, fue una gran novelista. Su ficción ahonda en el aislamiento espiritual de los inadaptados y marginados del Sur de los Estados Unidos de América y fue también, pionera en el tratamiento de temas como el adulterio, la homosexualidad y el racismo. De su novela La Balada del Café Triste extraigo estos dos párrafos

"La verdadera historia de amor es la que tiene lugar en el corazón de los amantes, y ésta nadie sino ellos pueden llegar a conocerla. El amor en todo caso es una experiencia en la que siempre conviven lo cómico y lo sublime. "

"Cuando se ha vivido alguna vez con otra persona, es un tormento tener que vivir solos. El silencio de una habitación donde arde el fuego, cuando de pronto se para el tictac del reloj; las sombras obsesionantes de una casa vacía... es preferible caer en manos de nuestro peor enemigo que enfrentarnos con el terror de vivir a solas".



Retrato de Julius Julin y Anna Kroutén en el jardín, en el verano 
de Johan Krouthén (1890)

"Ante todo, el amor es una experiencia compartida por dos personas, pero esto no quiere decir que la experiencia sea la misma para las dos personas interesadas. Hay el amante y el amado, pero estos dos proceden de regiones distintas. Muchas veces la persona amada es sólo un estímulo para todo el amor dormido que se ha ido acumulando desde hace tiempo en el corazón del amante. Y de un modo u otro todo amante lo sabe. Siente en su alma que su amor es algo solitario. Conoce una nueva y extraña soledad, y este conocimiento le hace sufrir. Así que el amante apenas puede hacer una cosa: cobijar su amor en su corazón lo mejor posible; debe crearse un mundo interior completamente nuevo, un mundo intenso y extraño, completo en sí mismo. Y hay que añadir que este amante no tiene que ser necesariamente un joven que esté ahorrando para comprar un anillo de boda: este amante puede ser hombre, mujer, niño; en efecto, cualquier criatura humana sobre esta tierra. Pues bien, el amado también puede pertenecer a cualquier categoría. La persona más estrafalaria puede ser un estímulo para el amor. Un hombre puede ser un bisabuelo chocho y seguir amando a una muchacha desconocida que vio una tarde en las calles de Cheehaw dos décadas atrás. Un predicador puede amar a una mujer de la vida. El amado puede ser traicionero, astuto o tener malas costumbres. Sí, y el amante puede verlo tan claramente como los demás, pero sin que ello afecte en absoluto la evolución de su amor. La persona más mediocre puede ser objeto de un amor turbulento, extravagante y hermoso como los lirios venenosos de la ciénaga.”



John Fante

John Fante (1909-1983) era otro escritor estadounidense. Nacido en una familia humilde de origen italiano, estudió en la Universidad de Colorado y vivió en California, donde ambientó la mayoría de sus novelas. En la raíz de éstas, encontramos la pobreza, el catolicismo en relación a la comunidad italoamericana y la incomunicación en la familia o en la pareja.

De Una esposa para Dino Rissi:

“Entonces la sentimos detrás de nosotros, todos y cada uno al mismo tiempo, y antes de que nos volviéramos a mirarla, reconocimos el sufrimiento que latía a nuestras espaldas, que caía sobre nosotros, y entonces nos volvimos al mismo tiempo, y ella estaba allí mirándonos, y parecía que tenía un millón de años, mamá, nuestra madre, y nosotros, sus hijos, habíamos presentido su corazón roto, allí, en la puerta de la cocina, ocultando con el delantal la tristeza de sus manos desgastadas, mientras por la tierra yerma de sus mejillas resbalaban riachuelos de belleza desvanecida.”

“Me dolió, mi padre me dolió, me dolió el aspecto que tenía, sus huesos baldados, sus manos huesudas y deformes, y a pesar de todo valientes, doloridas por tantos años de trabajo implacable. Ah, me dolió profundamente, en lo más hondo del corazón, donde sonó un grito, un sollozo que quería salir flotando hacia la cálida puesta de sol. Y de repente odié a mamá.”


Alejandra Pizarnik

La argentina Flora Alejandra Pizarnik (1936-1972) más conocida como Alejandra Pizarnik fue poeta y traductora. Me ha conmovido bastante. Era una mujer muy depresiva, el 25 de septiembre de 1972, a los 36 años, se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de Seconal.



El descubrimiento de Thomas Edward Roberts (1860)




De sus Diarios:

“Y pensó en sí misma y halló solamente confusión. Pero aún sabía que era necesario escribir porque sólo ella podría dar testimonio de algunas cosas por las que vivía (…) Por eso aun mirando desde una alcantarilla, le sobrevenía una leve alegría, porque la más desposeída tenía algo que hacer: contar un cuento sin historia y sin explicar por qué su herida mana desde que se recuerda. Es todo lo que sabe. No es mucho. Pero es todo lo que sabe.”

“miras como yo: con los ojos y con las manos y con el sexo y con el alma mientras la memoria hecha de piel de tambor bate ritmos cada vez más urgentes, que en verdad son llamadas, que en verdad son plegarias tácitas hechas de un silencio alborotado en donde las cosas corren y mi amor corre y todo en mí es un agua precipitada, absolutamente loca y ardiente.”  


Joan Margarit

Y por último Joan Margarit i Consarnau (Sanahuja, Lérida, 11 de mayo de 1938) es poeta, arquitecto y catedrático español jubilado de la Universidad Politécnica de Cataluña en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona.

Principios y Finales 

Un tiempo fui una chica con futuro.
Podía leer a Horacio y a Virgilio en latín
y recitar a Keats completo de memoria.
Al entrar en sus cuevas, los adultos
me capturaron: comencé a parir
hijos de un hombre estúpido y creído.
Ahora cuando puedo lleno el vaso
y lloro al recordar algún verso de Keats.
Una no sabe, cuando es joven,
que no hay lugar alguno
donde poder quedarse para siempre.
Y le parece extraño si no llega
aquel o aquella en quien hallar descanso.
Una ignora, de joven, que los principios
no se parecen nunca a los finales.


Noche a lo largo del río Quay  de Henry Bouvet (1859-1945)






A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.



...Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.

Lope de Vega 



Noche en Parc Monceau de Mihaly Munkacsy (1895)