"Pintora y pianista" de Lionello Arqueros (1910)
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“El
silencio no es la ausencia de sonido sino de ruido. Sólo cuando paramos el torrente de
pensamientos que nos bombardea, podemos escuchar esa voz que no surge de la
cabeza sino del corazón”.
Mario
Alonso Puig
Vivimos
en un mundo que transita en pleno proceso de cambio. Como mucho podemos
analizar los parámetros en los que nos hemos movido hasta ahora. Sin embargo,
creo con sinceridad, que todavía no estamos en condiciones de saber a dónde
vamos, no tenemos un modelo vislumbrado. Tampoco esto es nuevo. La humanidad ha
sobrevivido a profundas transformaciones a lo largo de la historia. Comenzamos
siendo grupos de simios evolucionados y hasta aquí hemos llegado. Por eso me
disgustan esas mentes apocalípticas y catastrofistas que parecen empeñadas en
ver únicamente la parte más negativa de lo que pudiera acontecer, de otras
peores hemos salido.
"Paisaje marino hawaiano" de Lionel Walden (1861-1933)
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Lo
que ya me preocupa más, es que en pleno siglo XXI, sigamos siendo tan torpes
como para dejar nuestro propio destino, en manos de unos gobernantes que están
dando muestras de una palmaria incompetencia y sobre todo de creernos a pies
juntillas lo que los medios de comunicación nos transmiten. Si a esto le
añadimos que hasta hace poco tiempo imperaba el lenguaje interpersonal y que en
pocos años hemos pasado a movernos en el espacio virtual, es fácil comprobar
cómo poco a poco se ha impuesto la costumbre de hablar cada vez menos. Por
ende, se impone como forma "políticamente correcta" el hecho de
evitar conversaciones sobre cuestiones de política entre familiares o amigos
cuando se intuye que el propio punto de vista no es compartido por el resto.
Hemos perdido capacidad de diálogo. A menudo, callamos las propias opiniones
porque como además necesitamos sentirnos aprobados socialmente, sólo nos
expresamos si creemos que nuestras palabras van a ser ratificadas por nuestros
interlocutores. No se puede generalizar, pero ocurre en múltiples ocasiones.
Quizás, esto se deba a que algunas de estas ideas pudieran no estar lo
suficientemente sustentadas y sean más ajenas que propias.
Y
es que mucho me temo que vivimos inmersos en un mundo tan saturado de ruido,
que no podemos dejar que las células nerviosas de nuestros cerebros funcionen
con normalidad. Creo pues, que necesitamos un poco de silencio. Y esta idea,
surge de la convicción y la propia experiencia de que sólo la contención y el
sosiego ayudan a estructurar la cantidad de mensajes que recibimos.
Únicamente
alejados de ruidos y voces, es posible depurar toda la información que nos
llega y que en estos tiempos puede calificarse de abrumadora. Nuestro cerebro
necesita de la suficiente tranquilidad como para ser capaz de valorar los datos
y las experiencias vividas que va recibiendo, y posteriormente, quedarse con la
información que le interesa descartando la que no le sirve. Obvio es, que cada
cual tiene su propio funcionamiento, por lo que sería absurdo tratar de imponer
modelos, uno debe buscarse su "espacio de paz".
"Puesta de sol en el mar" de Juan Federico Kennett (1872)
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Pero
no es sólo eso, es además, desde el silencio interior, desde donde es posible
que surjan los pensamientos, las emociones, los recuerdos las ideas etc... Y
sólo así, conseguimos dar sentido a nuestras experiencias, ser más creativos y
meditar sobre nuestros propios estados mentales y emocionales. El silencio es
el camino para llegar hasta allí. No hay creatividad sin silencio. En este
sentido, Octavio Paz se expresa de maravilla en este poema.
SILENCIO
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se
adelgaza
hasta que en otra música
enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre,
espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las
grandes,
y queremos gritar y en la
garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
"Conversación interesante" de Federico Zandomeneghi (1895)
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Y
pienso también, que el silencio es como un gran maestro para aprender a escuchar
y a dialogar con el otro. Escuchar no es una acción pasiva, exige estar atentos
a lo que la otra persona nos está transmitiendo. La empatía suele jugar en esto
un importante papel. Somos ante todo personas, lo que nos convierte en seres
sociales. Y en numerosas ocasiones, como humanos nos sentimos liberados
hablando, además, percibimos inmediatamente cuando nuestro interlocutor deja de
prestarnos atención, por eso la escucha requiere previamente, del ejercicio de
la paciencia. De una paciencia amorosa y solidaria, a sabiendas de que si bien
eres hoy tú el oyente, es posible que cualquier otro día, seas tú mismo quien
necesite de alguien que te escuche en tus asuntos y dilemas...
Así,
frente a la algarabía que nos rodea, la dávida del silencio, se nos ofrece como
un arma poderosa para ser más íntegros, y es que como escribía la gran María
Zambrano, en su obra “Hacia un saber sobre el alma, "La verdad necesita de un gran vacío, de
un silencio donde pueda aposentarse, sin que ninguna otra presencia se
entremezcle con la suya, desfigurándola... Sólo en soledad se siente la sed de
verdad".
Si os apetece, podéis escuchar esta magnífica interpretación del Adagio del Albinoni: https://www.youtube.com/watch?v=kn1gcjuhlhg
Si os apetece, podéis escuchar esta magnífica interpretación del Adagio del Albinoni: https://www.youtube.com/watch?v=kn1gcjuhlhg
"El Monte Elbrus cubierto por nubes" de Nikolái Jarošenko (1894)
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¿DE QUÉ SILENCIO ERES TÚ SILENCIO?
Fina García Marruz
¿De qué silencio eres tú silencio?
¿De qué voz, qué clamor, qué quién responde?
Abismo del azul, ¿qué hacemos en tu seno,
hijos de la palabra como somos?
¿Qué tienes tú que ver, di, con nosotros?
¿Cómo si eres ajeno, así nos tientas?
¿Habría sed de no haber agua cierta?
¿O quién vistióme de piedad los ojos?
¿Puedo poseer, pequeña, don inmenso
que faltase a los cielos y a las aguas?
Y él ¿podría morir, sobreviviendo
menor que él, todo el fulgor del cielo,
quedar la tierna luz indiferente
al fuego que, irradiando, ha suscitado?
Entrada hermosa, inteligente, sabias palabras, hermosas imágenes, poesía honda, sosiego. Una gran obra
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