TEMPUS FUGIT

Igual que nuestros antepasados se reunían y contaban historias, avatares cotidianos, "sucedidos", les llamaban... o aquellas cuestiones que les interesaban, me apetece utilizar este soporte contemporáneo, para hacer más o menos lo mismo. Y es que en el fondo muchas de las ansias de los seres humanos siguen siendo las mismas: amar, comunicar, tener cubiertas sus necesidades básicas... Y en medio de todo eso, el eterno dilema entre Ética y Estética para conseguir seguir adelante... para VIVIR.

domingo, 4 de febrero de 2018

DESDE EL SILENCIO

 

Viejas cartas y hojas muertas de Claude Andrew Calthrop (1875)



"Quizá uno comienza a envejecer en el momento en que empieza a dolerle la memoria". Rosa Montero


       Me está resultando difícil de sobrellevar este invierno. Demasiados acontecimientos personales, pero sobre todo, una desmedida situación sociopolítica hacen que me encuentre un tanto desorientada. Sí, ya sé que confesar las debilidades propias no es bueno, que siempre están los lobos, esperando a despedazarte ante el menor de los quebrantos. ¡Que vacuidad, Dios mío!, que egos y que deseos de alzarse por encima de los demás tiene el personal. Nada más amargo, que la traición de la amistad. Y no es que pretenda al expresarme así demostrar ser un ser impoluto y mucho menos éticamente superior a quienes me rodean, no, no es eso. Pero hay circunstancias que una no termina de comprender y quizás por eso, tampoco me extraña el espectáculo que a nivel político estamos contemplando.

El asunto de Cataluña, podría llegar a parecer surrealista, de no ser por toda la enjundia que contiene. Es un conflicto antiguo, alimentado por unos y por otros y en el que para colmo, historia y mito, se mezclan hasta la confusión. Pero cuidado, porque cuando en una sociedad, el diálogo llega a ser sustituido por la irracionalidad y la violencia, las consecuencias pueden ser muy peligrosas. Además, confieso que el tema me tiene saturada hasta el hartazgo, porque mucho me temo, que incluso está sirviendo para velar otros problemas, tan serios como ese o más, que España tiene.

Y mientras tanto una, no sabe muy bien qué hacer. Los viejos anhelos de transformar el mundo, se ven demasiados días, sumidos en una especie de agotamiento transcendental visto el horizonte que me confina.

Por otra parte, la soledad, que conforme pasan los años, se va imponiendo como una especie de asunción de  ese exilio interior al que te arrastra todo lo anterior, tampoco es fácil de llevar. Harta de conversaciones vanas, de mentiras y de ese panen et circenses en el que el poder mantiene a las gentes, poco queda por hacer. Una llega a pasmarse ante esta feria de las vanidades en la que nos hemos instalado y en la que cualquier petimetre, se jacta de ser un intelectual a la altura de los que antaño fueron los mejores representantes de generaciones que hoy nos sirven de referentes.


Así que una se refugia en unas pocas conversaciones con íntimos amigos y sobre todo en la lectura y la música.

Como me reconozco llena de carencias, releo escritores conocidos, aunque también últimamente he descubierto autores que me resultan muy interesantes, autores que por lo demás, serán para otros de sobra conocidos. Me han atraído sobre todo, porque lejos de evadirme, hacen que analice algunos de sus párrafos en un intento, a veces vano, de lograr comprender esto tan sencillo, pero paradójicamente extraño que no es otro sino el propio peregrinaje vital.

Les dejo pues con algunos de estos párrafos, la mayoría en prosa y algún poema.

Zenobia Camprubí hacia 1905


La novia de invierno de Edouard Frederic Wilhelm Richter (1909)


























































         Zenobia Camprubí (1887-1956), la mujer de Juan Ramón Jiménez, en sus Diarios, escribía en la entrada del viernes 24 de junio de 1938:

¿Por qué será que los mejores momentos de nuestra vida vienen inesperadamente y aquellos que planeamos con tanto cuidado y tan anticipadamente casi siempre son un fracaso? Estas cosas las sentimos siempre en nuestro interior, sin que por fuera se vea nada. Nada. Pero entonces, ¿cómo conocemos nuestras propias desilusiones? J.R. subió y conmovido por las fotos, como yo pensé que estaría, me dijo que no pude haber encontrado ninguna otra cosa que lo conmoviera tanto. Pero yo lo había visto sola primero y él las vio solo después, y no hubo camaradería ni gozoso intercambio sobre los detalles, porque antes de que llegara el momento preciso él me había cerrado inconscientemente mi vía de acercamiento a él"


María Zambrano en  1984


Y de mi admirada María Zambrano, de la que no creo que haga falta comentar nada, he entresacado los siguientes:

“Lo que diferencia a los géneros literarios es la necesidad de vida que les ha dado origen. No se escribe, ciertamente, por necesidades literarias, sino por necesidad que tiene la vida de expresarse”.  (La confesión: género literario)

“Y así me he ido quedando a la orilla. Abandonada de la palabra, llorando interminablemente como si del mar subiera el llanto, sin más signo de vida que el latir del corazón y el palpitar del tiempo en mis sienes, en la indestructible noche de la vida. Noche yo misma”. (Hacia un saber sobre el alma)

“El sueño es la aparición estática de la vida. Mas como la vida psíquica es en sí misma movimiento, suceso, el sueño es paradójicamente la inmovilidad de un movimiento, el absoluto de un movimiento. Lo cual viene a suceder en el otro polo de la vida humana: en la creación lograda, y especialmente en el arte que es más movimiento que ningún otro: la Música. La Música es el sueño organizado, el sueño que sin dejar de serlo ha pasado por el tiempo y ha aprendido del tiempo, ha aprovechado del tiempo. Y toda vida bien lograda es la que ha pasado por el tiempo y ha aprovechado de él para realizarse más bien sin dejar de ser en su raíz: la vocación, el amor y el conocimiento”. (Los sueños y el tiempo, en El sueño creador)

“Yo he renunciado a mi exilio y estoy feliz, y estoy contenta, pero eso no me hace olvidarlo, sería como negar una parte de nuestra historia y de mi historia. Los cuarenta años de exilio no me los puede devolver nadie, lo cual hace más hermosa la ausencia de rencor. Mi exilio está plenamente aceptado, pero yo, al mismo tiempo, no le pido ni le deseo a ningún joven que lo entienda, porque para entenderlo tendría que padecerlo, y yo no puedo desear a nadie que sea crucificado”. (Amo mi exilio, en Las palabras del regreso)


Robert Lee Frost














Robert Lee Frost (1874-1963) fue un poeta estadounidense, considerado como uno de los fundadores de la poesía moderna en su país, por expresar con sencillez filosófica y profundidad sentimental, la vida y emociones del hombre rural de Nueva Inglaterra.























Una parada en el bosque en una tarde nevada

Creo saber de quién es este bosque
el dueño vive en el pueblo, sin embargo;
no va a enterarse de que me detuve acá
a mirar su bosque lleno de nieve.
Mi caballito debe creer que es raro
parar sin que haya una granja cerca,
entre el bosque y el lago congelado,
la noche más oscura del año;
hace sonar el arnés al sacudirse
para preguntar si hubo algún error.
El otro único sonido que hay es el barrer
del viento suave y los copos como plumas.
El bosque es encantador, oscuro y profundo,
pero yo tengo promesas que cumplir,
y kilómetros por recorrer antes de dormir,
y kilómetros por recorrer antes de dormir.



Lula Carson

Lula Carson Smith nació en Columbus, Georgia en febrero de 1917 y murió en Nueva York en septiembre de 1967, conocida como Carson McCullers, fue una gran novelista. Su ficción ahonda en el aislamiento espiritual de los inadaptados y marginados del Sur de los Estados Unidos de América y fue también, pionera en el tratamiento de temas como el adulterio, la homosexualidad y el racismo. De su novela La Balada del Café Triste extraigo estos dos párrafos

"La verdadera historia de amor es la que tiene lugar en el corazón de los amantes, y ésta nadie sino ellos pueden llegar a conocerla. El amor en todo caso es una experiencia en la que siempre conviven lo cómico y lo sublime. "

"Cuando se ha vivido alguna vez con otra persona, es un tormento tener que vivir solos. El silencio de una habitación donde arde el fuego, cuando de pronto se para el tictac del reloj; las sombras obsesionantes de una casa vacía... es preferible caer en manos de nuestro peor enemigo que enfrentarnos con el terror de vivir a solas".



Retrato de Julius Julin y Anna Kroutén en el jardín, en el verano 
de Johan Krouthén (1890)

"Ante todo, el amor es una experiencia compartida por dos personas, pero esto no quiere decir que la experiencia sea la misma para las dos personas interesadas. Hay el amante y el amado, pero estos dos proceden de regiones distintas. Muchas veces la persona amada es sólo un estímulo para todo el amor dormido que se ha ido acumulando desde hace tiempo en el corazón del amante. Y de un modo u otro todo amante lo sabe. Siente en su alma que su amor es algo solitario. Conoce una nueva y extraña soledad, y este conocimiento le hace sufrir. Así que el amante apenas puede hacer una cosa: cobijar su amor en su corazón lo mejor posible; debe crearse un mundo interior completamente nuevo, un mundo intenso y extraño, completo en sí mismo. Y hay que añadir que este amante no tiene que ser necesariamente un joven que esté ahorrando para comprar un anillo de boda: este amante puede ser hombre, mujer, niño; en efecto, cualquier criatura humana sobre esta tierra. Pues bien, el amado también puede pertenecer a cualquier categoría. La persona más estrafalaria puede ser un estímulo para el amor. Un hombre puede ser un bisabuelo chocho y seguir amando a una muchacha desconocida que vio una tarde en las calles de Cheehaw dos décadas atrás. Un predicador puede amar a una mujer de la vida. El amado puede ser traicionero, astuto o tener malas costumbres. Sí, y el amante puede verlo tan claramente como los demás, pero sin que ello afecte en absoluto la evolución de su amor. La persona más mediocre puede ser objeto de un amor turbulento, extravagante y hermoso como los lirios venenosos de la ciénaga.”



John Fante

John Fante (1909-1983) era otro escritor estadounidense. Nacido en una familia humilde de origen italiano, estudió en la Universidad de Colorado y vivió en California, donde ambientó la mayoría de sus novelas. En la raíz de éstas, encontramos la pobreza, el catolicismo en relación a la comunidad italoamericana y la incomunicación en la familia o en la pareja.

De Una esposa para Dino Rissi:

“Entonces la sentimos detrás de nosotros, todos y cada uno al mismo tiempo, y antes de que nos volviéramos a mirarla, reconocimos el sufrimiento que latía a nuestras espaldas, que caía sobre nosotros, y entonces nos volvimos al mismo tiempo, y ella estaba allí mirándonos, y parecía que tenía un millón de años, mamá, nuestra madre, y nosotros, sus hijos, habíamos presentido su corazón roto, allí, en la puerta de la cocina, ocultando con el delantal la tristeza de sus manos desgastadas, mientras por la tierra yerma de sus mejillas resbalaban riachuelos de belleza desvanecida.”

“Me dolió, mi padre me dolió, me dolió el aspecto que tenía, sus huesos baldados, sus manos huesudas y deformes, y a pesar de todo valientes, doloridas por tantos años de trabajo implacable. Ah, me dolió profundamente, en lo más hondo del corazón, donde sonó un grito, un sollozo que quería salir flotando hacia la cálida puesta de sol. Y de repente odié a mamá.”


Alejandra Pizarnik

La argentina Flora Alejandra Pizarnik (1936-1972) más conocida como Alejandra Pizarnik fue poeta y traductora. Me ha conmovido bastante. Era una mujer muy depresiva, el 25 de septiembre de 1972, a los 36 años, se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de Seconal.



El descubrimiento de Thomas Edward Roberts (1860)




De sus Diarios:

“Y pensó en sí misma y halló solamente confusión. Pero aún sabía que era necesario escribir porque sólo ella podría dar testimonio de algunas cosas por las que vivía (…) Por eso aun mirando desde una alcantarilla, le sobrevenía una leve alegría, porque la más desposeída tenía algo que hacer: contar un cuento sin historia y sin explicar por qué su herida mana desde que se recuerda. Es todo lo que sabe. No es mucho. Pero es todo lo que sabe.”

“miras como yo: con los ojos y con las manos y con el sexo y con el alma mientras la memoria hecha de piel de tambor bate ritmos cada vez más urgentes, que en verdad son llamadas, que en verdad son plegarias tácitas hechas de un silencio alborotado en donde las cosas corren y mi amor corre y todo en mí es un agua precipitada, absolutamente loca y ardiente.”  


Joan Margarit

Y por último Joan Margarit i Consarnau (Sanahuja, Lérida, 11 de mayo de 1938) es poeta, arquitecto y catedrático español jubilado de la Universidad Politécnica de Cataluña en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona.

Principios y Finales 

Un tiempo fui una chica con futuro.
Podía leer a Horacio y a Virgilio en latín
y recitar a Keats completo de memoria.
Al entrar en sus cuevas, los adultos
me capturaron: comencé a parir
hijos de un hombre estúpido y creído.
Ahora cuando puedo lleno el vaso
y lloro al recordar algún verso de Keats.
Una no sabe, cuando es joven,
que no hay lugar alguno
donde poder quedarse para siempre.
Y le parece extraño si no llega
aquel o aquella en quien hallar descanso.
Una ignora, de joven, que los principios
no se parecen nunca a los finales.


Noche a lo largo del río Quay  de Henry Bouvet (1859-1945)






A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.



...Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.

Lope de Vega 



Noche en Parc Monceau de Mihaly Munkacsy (1895)

No hay comentarios:

Publicar un comentario