TEMPUS FUGIT

Igual que nuestros antepasados se reunían y contaban historias, avatares cotidianos, "sucedidos", les llamaban... o aquellas cuestiones que les interesaban, me apetece utilizar este soporte contemporáneo, para hacer más o menos lo mismo. Y es que en el fondo muchas de las ansias de los seres humanos siguen siendo las mismas: amar, comunicar, tener cubiertas sus necesidades básicas... Y en medio de todo eso, el eterno dilema entre Ética y Estética para conseguir seguir adelante... para VIVIR.

jueves, 30 de junio de 2016

LA MUJER QUE VIAJA

Con maleta de Rossana Pizarro



Los viajes precisan de un impulso mítico, aunque los impulsos sean más caseros y humildes que los de los tiempos heroicos, cuando los hombres iban a conquistar ciudades como lo hicieron con Troya los Agamenón, Aquiles y Ulises; a robar vellocinos de oro a la Cólquide, como, Jasón y sus argonautas; o a matar en Nemea un temible león, como Hércules; o a fundar ciudades, como hizo Eneas en el Lazio. Si el impulso mítico se diluye, por pequeño que sea el mito, el viaje se pierde. No obstante, a veces el viaje va construyendo su propia mitologia".
                          Javier Reverte, Canta Irlanda (2015, pp 19)



La mujer que viaja, no tiene prisa. Lejos quedaron, ya, los deseos de comerse el mundo. La mujer que viaja, no envía fotografías por whatsApp, se parece un poco el “Tercer Hombre”, vive su propia peripecia. A su regreso, comentará, acaso, con alguien íntimo, lo que crea oportuno, pero nunca hará alarde de recorridos, visitas, comidas, bebidas…
La mujer que viaja, viaja consigo misma, y así, es ella quien experimenta el placer del trotamundos. La preparación del itinerario es ya una parte del camino.  De manera reservada, ella, ha ido eligiendo cuidadosamente los lugares que desea visitar, no todos, son aptos para su objetivo, leyó a los autores autóctonos, e intentó conocer la mitología y la historia del país que visita.
Pero como vive en el presente, ha de someterse a las imposiciones a las que obliga la contemporaneidad. Tiempos de aeropuertos… tiempos muertos, que contrastan con esos otros, en los que una se ve sometida a pasar por esas mangas de ganado, en las que se han convertido los controles policiales. Tiempos en los que el absurdo, llega hasta lo insospechado. Requisan botellines de agua y dejan pasar las llaves de tu casa con las que podrías cortarle la yugular a una azafata…



www.expansion.com


Pero la mujer llega a su destino y comienza su propio periplo. Y como Ulises, escucha cantos de sirenas, pero se pide a si misma amarrarse fuerte para no dejarse arrastrar por ellas y conseguir su objetivo. Habitualmente, estos espacios, esperan al turista-viajero con los brazos abiertos. No diré que todo lo que ofertan sea malo, pero una debe ser cauta y seleccionar. De lo contrario, la perderán o se perderá ella sola en el laberinto, y no llegará a captar la verdadera esencia del lugar visitado.

Manejar un buen plano es esencial, así como tener muy claro el objetivo de su viaje, y no acumular los típicos “souvenirs” resulta elemental; los recuerdos, quedan impresos en el alma.

La mujer viajera, en las ciudades, gusta de pasear sin prisa por las calles, tanto las céntricas como en algunas de barrios periféricos, de modo, que pueda penetrar más profundamente en la esencia del lugar. Si se trata de pueblos también es posible, al menos en apariencia. Así, una huele, siente, escucha los diferentes sonidos y ruidos. Comprueba el grado de limpieza y educación, la tolerancia y carácter de sus gentes; con los cinco sentidos en acción se pueden captar tantas y tantas cosas…
Visita los monumentos y museos que le interesan, que no siempre coinciden con los más famosos. La mujer viajera siempre se alimenta de comida autóctona, eso forma parte del conocimiento del lugar, y si le es posible, comparte mesa, con las gentes del lugar.

Por eso, los últimos años, la globalización la entristece. Los centros de las ciudades, se han convertido en parques de interpretación monotemáticos, en los que las grandes cadenas comerciales de tiendas de ropa y comida, han expulsado a todo aquello que era autóctono. De este modo, da lo mismo caminar por Praga, por Dublín, por los Campos Elíseos, por la Gran Vía Madrileña, o por cualquier otra ciudad.


El Autobús  de  Vladimir Stroyev, 1955


La mujer viajera no deja de sentir cierta añoranza por aquellos tiempos en los que cada ciudad tenía su propia idiosincrasia. Pero nada se puede hacer ya, el tiempo avanza irremisiblemente, para todo y para todos…


A pesar de ello transitar, sigue siendo uno de los grandes placeres para la mujer viajera. Los paisajes cambian, y las gentes también. Y si una es capaz de conectar, libre de miedos y prejuicios, sabe que la recompensa no tiene precio. La identidad vuelve expandida, aunque el precio que pueda pagar, sea, el de traer un par de kilos de más en su cansado cuerpo.


En camino de Georgy Grigorievich Nissky, 1903 - 1957


“…suelta las cuerdas de tus velas. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa vientos favorables en tu velamen. Explora. Sueña. Descubre”. (Mark Twain)

martes, 14 de junio de 2016

A LA VEJEZ... VIRUELAS

El campesino tímido  Ilya Repin ,1877



¿QUIEN MUERE?


"Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma 
en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión 
y su remolino de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones destrozados.
Muere lentamente quien no gira 
el volante cuando esta infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto
 para ir detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos…
                                                                         Pablo Neruda

        Una mañana de este pasado fin de semana desayunaba escuchando en la radio, un programa que pretendía nada más y nada menos, que convencer a la audiencia de las bondades que traerá consigo, el alargamiento de la vida. Algo, que hoy por hoy es ya un hecho. Casi me atraganto.
Al parecer, mentes bien pensantes están elaborando un estudio, que tienen previsto ejecutar en dos años, del que ya llevan consumido el primero, y ya avanzan sus primeras conclusiones. Vaya majaderos. Una de dos, o yo en vez de mi café con leche de cada día, me he tomado un tripi o estos colegas son los típicos “fabricantes de estudios”, que si bien valen una pasta, luego suelen quedar arrinconados en el cajón de la mesa de algún despacho. Alababan, los susodichos, este vivir tan prolongado que estamos alcanzando, como si de una panacea se tratase. Comentaban, que en un futuro casi inmediato,  la vida laboral se ampliará (!), proponiendo incluso, que los mayores, deberán de cumplir con el ejercicio, de aportar, de forma voluntaria, tareas que el estado no pueda asumir… En fin, recién levantada y ya alucinando.


Parados con gitana vendedora, Adolfo Lozano Sidro (1872 -1935)

Si se alarga la vida laboral, ¿Cuando comenzarán a trabajar las generaciones siguientes…? De ser así, ¿qué ocurrirá..., que uno dejará de trabajar en tales condiciones físicas, que la jubilación la pasará, directamente, en tal estado de decadencia física, que ya no podrá disfrutar de su merecido descanso?
Y además, con una generación, cuyas cargas, en buena parte, han tenido que soportar las pensiones de sus padres,  ¿Les parece poco, que ante la incompetente gestión de un Estado, cuyos gobernantes han robado hasta la saciedad, y han sido incapaces de cubrir las necesidades de las familias pobres, tengan que ser ellos quienes hagan servicios a la comunidad?
Me niego en redondo. Precisamente porque son estos trabajadores los que menos escaquean al fisco a la hora de hacer las declaraciones de la renta. Han destrozado la clase media, y nos empobrecen año a año, los viejos hacen de canguros, de comedor social familiar y otras muchas cosas…
¿Para qué tanto interés en prolongar la vida? ¿Para seguir sableándonos? ¿Para que al final no demos abasto ni para pagarnos los pañales? ¿Para generar un problema sanitario y social mal calculado, con nuestras demencias y nuestros alzheimers…?

La ganancia, Isidor Kaufmann (1853-1921)

A esta gente se le va la olla, que hagan estudios, sí, pero sobre otras cuestiones. Que piensen como nos van a poder soportar cuando nos convirtamos en una carga y que intenten que suframos lo menos posible, nosotros y nuestras familias, que no tienen la culpa del alargamiento de la vida.

Que recapaciten sobre como van a dar entrada en el mercado laboral a los jóvenes y que se dejen de mandangas. Que ya vale de tomadura de pelo y de memeces, que un anciano no necesita demasiado, pero mantener una sociedad equilibrada, exige al menos, que se acabe de una vez con la corrupción, que la justicia sea realmente Justa, y que las necesidades básicas recogidas en la Constitución, lleguen a TODOS los ciudadanos que la integran.

           Hoy no  tengo ganas de música. 

Hombre con una manta de cuadros, Thomas Ganter 2014


lunes, 6 de junio de 2016

DE BARROS Y LODOS

Tocar y listo, para reír, Sophie Gengembre Anderson,1857 

Veintiuno de marzo de 1964, la encantadora adolescente italiana Gigliola Cinquetti, de dieciséis años, gana en Dinamarca el IX Festival de Eurovisión. El éxito es rotundo y la radio repite la canción de forma contumaz. Para una niña supone el comienzo de horas de angustia, desasosiego y hartazgo.
Todavía no ha cumplido los nueve años y a su padre se le ha metido en la cabeza que debe aprender a cantar la canción en italiano… Y así, va repitiendo las estrofas una y mil veces hasta que consigue pronunciarlas y entonarlas a su agrado. El rebote infantil no tiene límite.
Para entonces, ella, ya lleva años estudiando solfeo y piano. Él tiene el oído como el del burro flautista. La niña está en sus primeros años de colegio, ambos, no tienen ni idea de italiano…
Por eso, ella, no entiende esa obcecación por convertirla en una marioneta. Se siente como esos muñecos que comparte con su hermano, esos, a los que si se da cuerda, repiten algunos movimientos indefinidamente hasta que, a puro de forzar el mecanismo consiguen estropear.
Cuando se equivoca con la letra o no entona bien, le cae algún sopapo. Es como una pesadilla.

Gigliola Cinquetti. listas.20minutos.es

Gigliola Cinquetti. http://www.amobile.host/user/




















¡Odia a Gigliola Cinquetti!          

¡Odia el "Non ho l'età"!

No entiende porque, ni sus abuelos, ni su madre, le sacan de ese mal sueño. 

¡Todos son cómplices de su padre!


Son los primeros pasos de un largo desencuentro que no terminará nunca.

Non ho l'età

Non ho l'età per amarti
Non ho l'età per uscire sola con te
E non avrei
Non avrei nulla da dirti
Perché tu sai molte più cose di me

Lascia che io viva
Un amore romantico
Nell' attesa
Che venga quel giorno
Ma ora no

Non ho l'età
Non ho l'età per amarti
Non ho l'età per uscire sola con te
Se tu vorrai
Se tu vorrai aspettarmi
Quel giorno avrai
Tutto il mio amore per te

Lascia che io viva
Un amore romantico
Nell' attesa
Che venga quel giorno
Ma ora no

Non ho l'età
Non ho l'età per amarti
Non ho l'età per uscire sola con te
Se tu vorrai
Se tu vorrai aspettarmi
Quel giorno avrai
Tutto il mio amore per te

Os dejo con Joan Manuel Serrat y "Esos locos bajitos":  
https://www.youtube.com/watch?v=6c32lSVxF58
Gótico estadounidense de  Vartan Garnikyan