Martes, 28 de enero de 2025
In the Library (En la biblioteca) - Frederick Carl Frieseke , 1917
Una se cansa de tanto desatino, de tanto payaso perturbado vestido de gris marengo, y sobre todo se conduele, con todas esas masas de desplazados, imposibles de olvidar porque forman parte de su misma humanidad. Así, que necesita recurrir a la imaginación para no caer en el quebranto, y sobre todo porque sabe que lo contrario supone hundirse en la parálisis, rendirse, y por tanto, dejar que las fuerzas necrófagas que en estos momentos quieren gobernarnos se salgan con la suya. Basta sólo, con mirar a la frontera entre E.E.U.U. y México, a los inmigrantes que llegan (o mueren intentándolo) a Europa, o a los desolados palestinos regresando a esas ruinas, que son en lo que Israel, ha convertido sus ciudades.
Y va una y mira al cielo, y sale en busca de su color favorito, el azul, pero tampoco estos días parece querer hacerme compañía. Así que me dedico a pensar sobre el azul, ese color que desde niña, me atrae de una forma tan misteriosa, que casi debe rozar con alguna esotérica cuestión. ¿Acaso pude ser una modesta hortensia azul en una vida anterior? ¿En qué maceta o jardín crecería? Ah…! Cómo me gustaría a mí saber tantas y tantas cosas.
Pero aquí estoy, y puesta a contar he de confesar que me fascina esa hermosa canción de “Blue Moon” que según tengo entendido nació en 1934, aunque a mí una de las versiones que más me gustan es la de Bel Tome de 1949, https://www.youtube.com/watch?v=MOFIwO3e_cco.
También aquella otra que cuando yo moceaba cantaban cuatro muchachotes, unos con barba y otros con bigote y con el pelo largo: Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, a mi sigue pareciéndome preciosa. Aquí les dejo el enlace por si quieren recordarla:https://www.youtube.com/watch?v=pIgl7m3WMls.
Y mientras busco el azul, recuerdo cosas hermosas para contrarrestar, como algunos de los cuadros que nos acompañan, porque hoy me rodeo de imágenes azules.
Veneciana en sombras - Frederick Carl Frieseke (1874-1939)
He leído que en la antigüedad, los griegos, no tenían un nombre determinado con el que nombrar al color azul, a pesar de que dicho color sí existía, pero es que no lo entendían y no sabían cómo expresarlo. Las investigaciones sobre textos y materiales, así como sobre la Odisea y la Ilíada, han llevado a los estudiosos a plantear la hipótesis de que los griegos no reconocían los tonos azulados. Primero debió aparecer el rojo, seguido del amarillo y el verde, el último fue el azul. Los que inventaron una palabra para este color en la antigüedad fueron los egipcios. Además fueron el único pueblo antiguo que produjo tintes azules, y también utilizaron mucho el lapislázuli. Y fijaros que curioso lo que sí parece ya seguro es que el vocablo azul nos llegó trasnmitido por los árabes, quienes a su vez lo tomaron del término persa, que éstos utilizaban para nombrar a una piedra preciosa llamada lapislázuli ( ¡otra vez el lapislázuli! ), y que de esta palabra llegaría al español (azul) y al italiano (azurro). Pero aún hay más. Nila, significa azul oscuro en sánscrito y viene de la palabra índigo; Zafiro, varía entre tonos de azul oscuro por la piedra preciosa del mismo nombre; Lazuli significa azul intenso con toques dorados (acordaros de las manchitas que tiene muchas veces), del latín lazulum.
Y sigo soñando con los ojos abiertos, rodeada
de estas mujeres de azul. Y haciendo memoria, recuerdo que hubo años,
demasiados años, en los que la camisa azul, tuvo una connotación, (puede que muchos
la mantengan) que para mí era sinónima de miedo. Camisa azul, corbata negra, se
decía por aquel entonces… y todos sabíamos que hablábamos de los hombre de la
Falange, su uniforme era la camisa azul
y la boina roja de los Requetés
(que muchos no aceptaban), a lo que se añadió la corbata negra en señal de luto
por J. A. Primo de Rivera. Y azules eran también aquellas eternas carpetas de cartón de la marca SARO, que llevabamos casi todos, porque aquel era un mundo demasiado homogéneo. ¡ Qué pocas discrepancias se nos permitieron !
Pero no es bueno dejar que los recuerdos invadan el presente, que una cosa es mantener La Memoria y otra, anclarse en tiempos pasados, que mientras estamos, estamos de camino y por lo tanto con la vista puesta en el futuro.
Por cierto, menuda sorpresa para mi querido azul, me explico: El 12 de enero
del 2023, National Geographic, (sí, ya sé que no es nuevo, pero…) publicaba la
imagen más precisa que hasta entonces se había conseguido de un átomo. El pie
de la fotografía decía textualmente lo siguiente: “Un misterioso fenómeno
cuántico desvela una imagen de un átomo como nunca se había hecho. Incluso se
aprecia la diferencia entre los protones y los neutrones.” Y cuando vi que era
de color azul, me quedé anonadada, emocionada, traspuesta… todo lo que escriba
se queda corto. ¿Qué maravilla no? AZUL!!!!
En fin, que al enterarme y contemplarlo pensé que a fin de cuentas, la vida te va soltando estos regalos de tarde en tarde, porque para mí, siempre será mi "átomo azul". Vamos que estoy como una niña con un caramelo. Ah, se me ha olvidado deciros que quizás mi pasión por el azul pueda tener su origen en una imagen que mantengo fija en mi mente, la de los ojos de mi abuela. Los ojos con el color azul más hermoso que yo recuerde.
Pero creo que es momento de terminar esta parrafada, y como siempre, vienen a mi memoria palabras serias, aunque como no podía ser de otro modo, hoy tienen que ver con el azul. Así, que les dejo con lo último que debió escribir nuestro gran Antonio Machado, porque es lo que fue encontrado en un arrugado papel, en el bolsillo de su chaqueta el día de su muerte, el 22 de febrero de 1939 en Colliure, (Francia): Son muy breves, estaba tan agotado y tanatribulado el pobrecillo...
"Estos días azules y este sol de la infancia"
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