LOS
QUE ROBAN LA CARNE DE LA MESA
predican
resignación.
Aquellos
a los que están destinados los dones
exigen
espíritu de sacrificio.
Los
hartos hablan a los hambrientos
de
los grandes tiempos que vendrán.
Los
que llevan la nación al abismo
afirman
que gobernar es demasiado difícil
para
el hombre sencillo.
Bertold Brecht, “Poemas y
canciones”
Me escandaliza
profundamente la cantidad de refugiados que vagan en estos momentos por nuestro
planeta. Las guerras, el mal reparto de la riqueza, los integrismos y los
regímenes totalitarios sigue en siendo la principal causa de que millones de
personas se vean obligadas a desplazarse de sus lugares de residencia y a deambular
de forma irredenta, como si de mercancías caducas se tratasen. En España
llevamos años sin dar una solución efectiva a la cantidad de seres humanos que
desde África tratan de llegar a Europa, utilizando nuestro país como puerta de
entrada. Lo mismo ocurre con muchos ciudadanos latinoamericanos, con los que el
pasado nos vincula de forma ineludible, y a los que sin embargo negamos un
trato adecuadamente digno. No soy ninguna ingenua. Sé que cada país tiene, en
función de sus recursos una capacidad limitada de mantener a un número más o
menos cuantificado de habitantes. Pero también soy consciente, de que durante
demasiados años, quizás siglos, hemos vivido a costa de muchos de los países,
que hoy forzosamente, no pueden mantener a sus ciudadanos. Repartos
fronterizos, hechos en función de nuestros intereses, gobiernos puestos a
nuestro antojo para poder salir beneficiados económicamente, ventas de armas
sin escrúpulos que luego han propiciado
guerras absolutamente arrasadoras. Y sobre todo un control de todo el sistema
socio político mundial al que ha conducido el paulatino dominio de los mercados
mundiales a través del ultra neoliberalismo salvaje y que en estos momentos
resulta absolutamente incontrolable.
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Caricatura nazi ridiculizando a los judíos |
Pero lo peor
de todo es que como casi siempre no
hemos aprendido nada. Alemania, la gran Alemania, debería habernos servido como
lección (entre otras). Hundida tras la I Guerra Mundial, salió de la miseria
para concebir a ese engendro que fue el nazismo, que consiguió volver a
destrozar Europa, y que ideo, sobre todo, uno de los más lamentables
genocidios, e los que tenemos buena documentación y memoria: el Holocausto, el
asesinato del adversario per se, judíos, gitanos, homosexuales, enfermos, todo
aquel que no cabía en el sueño de la locura de la raza aria de un enfermo que, elevado
al poder, consiguió contagiar por medio del terror a toda una nación.
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Aleccionando desde la más tierna infancia |
Y ahora… ¿También
estamos en manos de locos? En Alemania, en algunos estados, ya se incautan del
dinero de los refugiados. Hemos podido leer en la prensa que en el estado de Baden-Württemberg,
les confiscan 350 euros y 750 en el de Baviera. Pero no acaba allí la
cosa, en Suiza, más liberales ellos, pueden requisar hasta 1.000 francos lo que
vienen a suponer unos 914 euros.
Pero
Dinamarca, un país nórdico, si, uno de los que siempre hemos considerado como
de entre los “más civilizados”, se lanza también ahora a la caza del pobre.
Hace unos días, su gobierno anunció que tenía intención de implementar entre
otras, medidas como la de registrar a los refugiados en busca de dinero que
confiscar para cubrir costes sociales. Pretendían que la policía fronteriza pudiese registrar
el equipaje de los refugiados y confiscar bienes por valor de más de 1.000
coronas (134 euros) o efectivo que supere las 10.000 coronas (1.340 euros).En
la propuesta inicial, el Gobierno liberal danés que lidera Lars Løkke Rasmussen,
proponía autorizar a las autoridades a registrar las ropas y el equipaje de los
inmigrantes para buscar esos posibles bienes, de modo que a los inmigrantes
podía serles confiscado el dinero en efectivo que supere las 3.000 coronas
danesas (alrededor de 400 euros) y objetos que tengan un valor considerable,
excluyendo aquellos que, como los relojes o los teléfonos móviles, sean
necesarios para mantener "un estándar de vida modesto". Por regla
general, añadió el ministerio, los objetos con valor personal o sentimental,
como alianzas de boda o joyas, no serían confiscados, salvo que sea "inapropiado"
no hacerlo dado su valor económico. "Solo serán incautados objetos
personales con un valor considerablemente superior a las 3.000 coronas",
concluyó. Menos mal que el proyecto acabo un tanto retocado,
Además, este
verano, hemos visto como Hungría levantaba una valla de 175 km de longitud para
impedir la llegada de inmigrantes desde Serbia, en donde se libra una guerra terrorífica,
mientras cerraban Roszke, el principal paso fronterizo con ese país, por donde
entraban miles de refugiados cada día. En el 2015 se supone que habrían entrado
en Hungría unos 200.000 refugiados.
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La valla de Hungría |
España tiene
también su propia valla, ya con solera, que para eso está en el sur, y entre las costas de Grecia, Italia y Turquía
se vive cada día un horrible descenso a los infiernos, que ni el propio Dante hubiese imaginado.
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La valla de Melilla |
Antes de
acabar este escrito, me llegan malas noticias. En Suecia, un grupo de ultras,
ha golpeado a menores inmigrantes, por supuesto llevaban la cara tapada.
Mientras en el mar Egeo, en las costas turcas, se han ahogado alrededor de 40
personas, entre ellos muchos niños, y para colmo, Finlandia y Suecia se plantean
expulsar a 100.000 inmigrantes… Algo se ha ganado. Los nazis se los llevaban en
trenes de ganado, esta vez, está previsto que salgan en aviones militares de
carga…
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Inmigrantes muertos en las costas italianas |
Nos horrorizan
las imágenes de niños muertos flotando sobre el mar. Hombres fuertes como
cedros del Líbano, llegan temblando de frío, hambre y miedo. ¿Y las mujeres?
¿Qué viaje habrán tenido esas mujeres, cuya vida vale tan sólo poco más que lo
que lo que sus propios cuerpos? Pensáis que muchas salieron ya embarazadas de
sus casas...? ¿Qué futuro tienen estas PERSONAS?
Cuando caminan
junto a nosotros aquellos que han tenido la suerte (¿?), de llegar a nuestro
mundo, que pensamos… ¿Vale lo mismo la vida de un negro si es jugador de
baloncesto o de fútbol, que la de aquel que se acerca a intentar venderte unas
pulseras mientras tú tomas una cerveza o un café…?
Muchos
mantenemos el sueño de sentirnos ciudadanos del mundo, y mientras tanto,
aquellos a los que confiamos la gestión de estos temas, viven calculando
fríamente. A cuantos me quedo… ¿Cuántos quieres? ¿A cambio de qué? Que poco
hemos avanzado, seguimos, casi como en los mercados de esclavos de Roma.
Cuando
los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé
silencio,
porque yo
no era comunista,
Cuando
encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé
silencio,
porque yo
no era socialdemócrata,
Cuando
vinieron a buscar a los sindicalistas,
no
protesté,
porque yo
no era sindicalista,
Cuando
vinieron a llevarse a los judíos,
no
protesté,
porque yo
no era judío,
Cuando
vinieron a buscarme,
no había
nadie más que pudiera protestar.
Friedrich Gustav Emil Martin Niemöller 1892
- 1984