“Convaleciente” de Baccio Maria Bacci (1930) |
"...sólo el olor y el sabor –más débiles pero más
vivaces, más inmateriales, más persistentes, más fieles– perduran durante mucho
tiempo aún, como almas, recordando, aguardando, esperanzados, sobre las ruinas
de todo lo demás, portando sin flaquear sobre su gotita casi impalpable el
inmenso edificio del recuerdo".
Marcel Proust
Marcel Proust
Con el panorama actual, las
musas, esas deidades que al parecer inspiran a las gentes con ingenio, han huido
de mí. No me extraña. En los últimos meses, ni yo misma me hubiese elegido como
compañera de piso. Pero quiero eximirme, al menos en parte, de la responsabilidad
del estado de aislamiento en el que me he sumido. Es éste clima, si, éste
maldito clima, el que provoca, que durante el invierno me retraiga como un
caracol durante la sequía (estivación), o como otros animales, que como yo, lo hacen en
ésta ruda estación. ¿Acaso estaba
predestinada a ser una osa y los dioses me la jugaron…? Más de una vez lo he
pensado, porque desde luego, ni mi psique, ni mi cuerpo están preparados para
estos temperos.
Me consuela pensar que todavía
tuvieron la consideración de no procurar mi nacimiento en un país nórdico, o en
la lejana Rusia, porque de ser así, a buen seguro que yo, no hubiese podido
sobrevivir. En biología, “Adaptación” significa, al menos en su origen, el
cambio en la estructura o conducta de un ser vivo, que suele tener un valor de
supervivencia, además, indica también cualquier cambio beneficioso de un
organismo para enfrentarse a las exigencias del medio. Pero también es sabido,
que el ser humano cuando nace es el ser peor dotado de todos los de la tierra y que por el contrario, cuando alcanza su desarrollo es el más
potente de ellos. Pues bien, segura está, quien esto escribe, de que, en caso de
haber nacido en tan fríos parajes, no hubiese superado ni el primer invierno.
Esta “Conciencia tranquila”, me sitúa ante las cabeceras cotidianas de los medios de comunicación. Cada día un Juzgado, un juicio por corrupción, o una sentencia, que con el debido respeto, hace que una, tome conciencia, de que el concepto judicial de igualdad es muy diferente del propio. A estas alturas, está empezando ya a importarme un bledo, que se descubra alguna trama, o un nuevo caso, o que por fin, se lleve a juicio, algún otro ya mohoso. Sé de la benevolencia con la que serán tratados, y me duele, porque luego, no se aplica la misma vara de medir a todas las personas. Éste pobre que aparece en la imagen, bien podría ser un supuesto ladrón, o un anarquista o un terrible asesino, pero en cualquier caso, difícil tendrá poder defenderse, a tenor de la pobreza que lo rodea. Yo en su caso no estaría muy tranquilo…
"Los Urales" de Vladimir Kazantsev (1888)
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Pero no pretendía yo explayarme
sobre mi misma, que resulta de un narcisismo innecesario, y rallante en la
pedantería. Todo esto ha venido a mi memoria, al intentar relacionar, cómo he
pasado estos meses, con el contexto en el que se han desarrollado, y lo que me
sugerían al respecto, los cuadros que iremos comentando. ¿Retorcidilla eh…?
Pues les aseguro que no encontrarán en mí, ni un pizca de maldad.
Y me encuentro con este magnífico
cuadro, ¿casualidad?
"Conciencia Tranquila" Julio Romero de Torres (1897) |
Esta “Conciencia tranquila”, me sitúa ante las cabeceras cotidianas de los medios de comunicación. Cada día un Juzgado, un juicio por corrupción, o una sentencia, que con el debido respeto, hace que una, tome conciencia, de que el concepto judicial de igualdad es muy diferente del propio. A estas alturas, está empezando ya a importarme un bledo, que se descubra alguna trama, o un nuevo caso, o que por fin, se lleve a juicio, algún otro ya mohoso. Sé de la benevolencia con la que serán tratados, y me duele, porque luego, no se aplica la misma vara de medir a todas las personas. Éste pobre que aparece en la imagen, bien podría ser un supuesto ladrón, o un anarquista o un terrible asesino, pero en cualquier caso, difícil tendrá poder defenderse, a tenor de la pobreza que lo rodea. Yo en su caso no estaría muy tranquilo…
"La Confesión" John Maler Collier (1902) |
Y contemplo ahora esta
“Confesión”, que en verdad me ha impresionado. Lo que yo daría por saber que
diantres le ha revelado. Pero, un momento, ¿Qué me hace suponer que es el
hombre el que ha hablado?, ¿Y si ha sido ella…? Vuelvo a mirar el cuadro
buscando pistas. El pintor, apenas nos deja ver el rostro de la mujer, sin embargo
el de él, es claro, nítido, y muestra una profunda preocupación mirando a un punto
fijo, pero sin querer ver nada en particular, lleva un libro en las manos. Estaba
leyendo. ¿Acaso ha sido ella la que lo sorprendido,y lo ha dejado completamente desmoronado? Que
ha podido confesar…, quizás una infidelidad? No, allí falta cólera, indignación, acaba de confesar. La habrán
desheredado sus padres… tampoco,ya que supongo que ya le habían entregado su dote. Mucho me temo que esta mujer, acaba de comunicarle que
de nuevo como tantos otros meses, no está embarazada, y él, que siente cómo va
pasando el tiempo, piensa que será de ellos y de su pequeño patrimonio.
Me sitúo ahora frente a
mujeres solas, ¿quizás estoy frente a un espejo que me transporta a
otros tiempos?
"Concierto para
niños" Georgios Jakobides (1900)
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Y veo a una madre rodeada de
su numerosa familia, una de esas que nunca tenían o siguen sin tener tiempo para descansar. Están en la cocina, pero ésta hace de sala de ensayo, porque los niños para
entretenerse unos a otros, han improvisado toda suerte de instrumentos. Quizás el padre fuese músico y esté ganándose algunas monedas en la fiesta de otro pueblo, los chiquillos van descalzos, y a pesar de que no falta la capilla para que los bendiga la patrona, comida no se ve por ninguna parte...
"Momentos de relajación" Bertha Wegmann (1847-1926) |
Pero por el contrario me sale al encuentro éste otro retrato, sola con su niña, la madre parece ir de luto. Eran tiempos duros y las
personas morían jóvenes. Sea como sea, de sus rostros, dulces, emana ternura y
sus ojos destellan ánimo y curiosidad.
"Inseparables" Florence Fuller (1867-1946)
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Y de nuevo otra niña de luto. Es curioso,
en cierto modo me recuerda a mí misma cuando de pequeña pasaba largas horas
leyendo. Florence Ada Fuller, había
nacido en Sudáfrica, pero vivió en Australia. Viajo y vivió también en Europa. La
historiadora de arte Catherine Speck considera este trabajo como
"subversivo" porque retrata a una joven mujer obteniendo
conocimiento.¡Que tiempos, Dios mío!
"Pequeña madre" Charles Sprague
Pearce (1851-1914)
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Pero han habido, y las hay
todavía vidas muy duras para algunas mujeres. El “donde se nace”, es un
condicionante que perpetúa muchos de los problemas que padecemos las mujeres. Fijaros
en este cuadro, “Pequeña madre” de Charles Sprague Pearce (1851-1914).
Contemplarlo inspira ternura, y sin embargo, ¡Cuanto dolor oculta! Parece una niña junto a una cuna, pero
basta observar el vientre de la niña, para darse cuenta de que ya ha sido
madre. ¿Cuantos años puede tener? Según el Fondo de
Población de las Naciones Unidas, cada año, 7,3 millones de niñas en países en
vías de desarrollo dan a luz antes de los 18 años y dos de estos 7,3 millones
de niñas paren antes de los 14 años. Cada cinco minutos nace un bebé de una madre adolescente y cada tres
horas uno cuya madre tiene entre 10 y 14 años. Año 2017, vidas truncadas. Igual que la de todas esas
mujeres y niños que sufren violencia. Ojalá, que algún día termine esta plaga
maldita de los asesinatos y los malos tratos. Que todos los hijos crezcan en
ambientes relajados…
"Una joven nodriza cuidando
a un bebé" Jacob Maris (1868)
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Y mirad esta otra, está
contratada como nodriza, antiguamente, las madres solteras, embarazadas la
mayor parte de las veces, por los amos de las casas en las que trabajaban o por cualquier
bruto que las dominase o sencillamente las sedujera, acababan en la prostitución.
Si tenían mucha suerte ejercían como nodrizas, dando la leche que correspondía
a su hijo, al de algún rico, a cambio de unas monedas y enriqueciendo a quien
ejercía de intermediario/a. Algo hemos avanzado. Hoy los bancos de leche,
recogen los excedentes que producen algunas madres y que lo donan gratuitamente.
Muchos nacidos en situaciones críticas salen así adelante.
"La casa de la
mujer pobre" Zemplenyi Tivadar (1895)
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Y miro de frente a la vejez,
que tal y como está el tema de las pensiones, se nos presenta duro. Bien es
cierto, que conforme uno envejece las necesidades son menores, pero, con esta
estupidez de alargar la vida, en unas condiciones que para mí no quiero,
los gastos se disparan… Uno deja de valerse por si mismo y se convierte en una
carga y con pañales. Además siempre me ha resultado vejatorio el trato que se
da en el tema de pensiones a las viudas. Toda la vida cargando con el peso de
la familia, y además de quedarse solas, les recortan hasta
dejarles una miseria. Claro, luego coincides con ellas en la caja del
supermercado y ves cómo se alimentan… Es vergonzoso.
Pero me alienta constatar que las
horas de luz cada día duran más, que las mujeres seguimos sin rendirnos y que
se avanza. Que cada vez hay más hombres convencidos de que sólo caminando de tú
a tú, se puede ser feliz. Y me mantienen mis amigos, y mis amigas, con los que
de tarde en tarde tomo un café o una cerveza, mientras mutuamente nos consolamos
y nos desahogamos.
El día que esto me falte, ese
día, mi lucha por la adaptación y por salir del letargo, habrá terminado.
"Dos mujeres
jóvenes en el parque" de Albert Cresswell (1903)
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PORVENIR
Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.
... Mañana!
Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.
Ángel
González
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