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Pandora, John William Waterhouse, 1896 |
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
De continuo anda amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero…
Francisco
de Quevedo y Villegas
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Hannah Arendt, tras presenciar y analizar los testimonios del juicio acuñó y definió la "banalidad del mal", con estos términos, quería expresar, que realmente, existen personas, que renuncian a pensar para abandonarse a las corrientes de su tiempo. De allí, el hecho de que lleguen a ser capaces de cometer el mal, siendo seres normales y corrientes, es decir: Que no hace falta ser un monstruo o un enfermo, o un ser sin escrúpulos para cometer las mayores atrocidades, sino que estas personas, lo hacen y lo sienten como fruto de lo que la ideología que impera en su momento y que lo considera como bueno.


Adolf Eichmann, como oficial de las SS en 1943, y en el Juicio en Israel en 1961
Para llegar a este punto, es
necesario sufrir un proceso, en el que el individuo, como decía al
comienzo, va renunciando a razonar por sí mismo, y a la par, se deja llevar con docilidad, por lo que el estado le va inicialmente sugiriendo, y llegado
el caso imponiendo. Gente corriente, gente que no discrepa, que no molesta, y que va ascendiendo, tanto en su escalafón profesional, como social…
Recapacitando acerca de la situación que se presenta
ante nosotros, se me ocurre pensar si algo de esto no nos estará ocurriendo.
El grado de corrupción al que
hemos llegado es incalificable. Lo mismo que el de su consentimiento.
Con los famosos papeles de
Panamá, no me ha sorprendido en absoluto, que los protagonistas de una de las
series de TVE, que más éxito han tenido, hayan sido pillados en el ajo. En mi
cabeza convergen las ideas. Yo vi los primeros capítulos, e inmediatamente me di cuenta, de
que tenían una fuerte carga ideológica. No, no era una serie cualquiera de
entretenimiento… se trataba, de vender una imagen de la España tardo-franquista
y de la Transición, muy intencionada. Más edulcorada que una nube de azúcar rosa
de las que venden en las ferias. Cada vez que alguien me comentaba que le
gustaba se me retorcía el estómago, pero claro, una es “rara” y además respetuosa
con los gustos ajenos.
¿Cualquier actor o actriz se prestaría a tamaña falacia? Yo soy de las que piensan que no. A no ser, claro, de que no fuese consciente, de que no hubiese hecho su propia reflexión y se dejase llevar, auto-convencido, de que estaba haciendo un bien al país y de que esa ficción favorecía la convivencia común. Pienso que la casualidad no existe y que ese todo formaba parte de un gran uno inseparable…
¿Cualquier actor o actriz se prestaría a tamaña falacia? Yo soy de las que piensan que no. A no ser, claro, de que no fuese consciente, de que no hubiese hecho su propia reflexión y se dejase llevar, auto-convencido, de que estaba haciendo un bien al país y de que esa ficción favorecía la convivencia común. Pienso que la casualidad no existe y que ese todo formaba parte de un gran uno inseparable…
¿Alguien cree todavía que los Oscar son un premio? El soborno está prohibido, sí, pero la publicidad no. Se estima que una portada
en el Hollywood Reporter durante la
temporada de los Oscar puede costar hasta 72 mil dólares y eso solo una portada…
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Pero a lo que vamos, ¿Qué está pasando aquí?
En los citados papeles de Panamá, aparecen gentes de todas las calañas, pertenecientes a ambientes muy diversos y de todo el mundo, sin distinción de ideología.
Me preocupa en
tanto en cuanto, en España se presenta como un mal endémico. Hasta ahora, la
corrupción de “alta gama”, se quedaba para las élites. Los tradicionalmente
llamados, "ladrones de guante blanco". Ahora comprobamos se extiende a cualquiera
que gane lo suficiente como para poder tener un contable (Pobres contables de toda la vida). Yo los llamo los
“bien pagaos”, y allí entran toda una tropa de futbolistas, gentes de la farándula
alienados con el poder, profesionales que antes eran sólo eso, profesionales, y
que ahora andan reconvertidos en mercaderes a la busca de caza recompensas,
etc…
Políticamente, ya hemos
comprobado la incapacidad europea, para gestionar las diferentes crisis de refugiados, nadie ayudo a gestionar la entrada de inmigrantes por el norte de África y el Mediterráneo a los países ribereños y ahora, la actual crisis de los refugiados esta siendo tratada de forma lamentablemente inhumana.
Y nosotros a verlas venir,
votando a unos Diputados Europeos, que se juramentan para que no transcienda
NADA, NADA, de lo que se trabaja en las negociaciones del TTIP. Y para rematar la tarta, líderes de varios
países del mundo, aparecen en los famosos papeles de Panamá, algunos son incluso primeros
mandatarios...
Esto qué es: ¿Una banalización
del mal, o la constatación de que estamos ante una pandilla de sinvergüenzas carentes de toda ética? Porque
están haciendo mucho, mucho daño.
Y ésto, es hacer el MAL, sin paliativos, el MAL.
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