APRENDER PARA ENTENDER, ENTENDER PARA SER LIBRE

Instrucciones para los niños pequeños en clase,  Henri Jules Jean Geoffroy (1889)

EDUCAR

                                    Gabriel Celaya

Educar es lo mismo

que poner motor a una barca…

hay que medir, pesar, equilibrar…

… y poner todo en marcha.

Para eso,

uno tiene que llevar en el alma

un poco de marino…

un poco de pirata…

un poco de poeta…

y un kilo y medio de paciencia

concentrada.

Pero es consolador soñar

mientras uno trabaja,

que ese barco, ese niño

irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío

llevará nuestra carga de palabras

hacia puertos distantes,

hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día

esté durmiendo nuestra propia barca,

en barcos nuevos seguirá

nuestra bandera

enarbolada.

LA ACTIVIDAD MÁS IMPORTANTE 

QUE UN SER HUMANO 

PUEDE LOGRAR 

ES APRENDER PARA ENTENDER, 

PORQUE ENTENDER ES SER LIBRE.

BARUCH SPINOZA (1632-1677)

Urge tratar diversos asuntos relativos a la educación y la enseñanza. Temas cómo los deberes, la contratación de profesores, la derogación de la LOMCE… Es cierto que la cuestión es delicada, compleja, porque en esto, todos nos jugamos mucho, de las políticas educativas que nos dotemos y de cómo estas se apliquen, dependerá en buena medida el futuro, no ya de las generaciones venideras, sino el de la nación entera. No creo exagerar lo más mínimo. Y llevamos demasiado tiempo jugando con este litigio, como si de un tema menor se tratase. En consecuencia, los docentes se encuentran cansados y a menudo desorientados, aborrecidos de dedicar demasiado esfuerzo, a una serie de tareas meramente burocráticas que ellos estiman, que deberían ser utilizadas en la esencia misma de su tarea. Los padres, también se pierden, a menudo, diferentes hijos han llevado otros tantos planes de estudio. Los libros de uno, no le sirven al siguiente tan sólo por la divergencia de unas pocas páginas o incluso líneas… Y el tema de los deberes no se entiende.

Libros, Lori Preusch 

Cuando yo iba al colegio, te clasificaban enseguida: Eras rica o pobre, eras lista o tonta, eras aplicada o vaga… Ahora ningún padre admite que sus hijos escapen a la perfección: Todos son inteligentes y trabajan lo suficiente. Sin embargo el índice de fracaso y de abandono escolar es demasiado alto.

Me temo, que el problema es como un prisma con múltiples caras, por lo cual, como adelantaba, la solución en compleja. Soy madre de dos hijos que como estudiantes han tenido un comportamiento completamente diferente, habiendo crecido en un mismo ambiente familiar. He trabajado como profesora muchísimos años. Sé que lo que voy a decir, puede molestar a algunas personas, pero es lo que pienso tras años de experiencia y reflexión. 

 En la clase ,Jean-Paul Louis Martin des Amoignes (1886)

        La docencia ha sido durante demasiado tiempo una salida para muchas personas que terminaban una carrera y se presuponía que ésta les abocada a la misma. Nunca diré que sea la norma general, pero sí que ha ocurrido en bastantes casos. La docencia, exige, además de la preparación adecuada, una gran vocación, y durante años, el estado, a excepción del Magisterio, sólo garantizaba tras una oposición, que el profesor tuviese los conocimientos necesarios. Esto ha generado muchas frustraciones, tanto en los profesores/as como en los alumnos/as. Pocos trabajos son más difíciles de realizar, que la docencia sin vocación. No quiero extenderme, podríamos seguir líneas y líneas…

Jóvenes alemanes en la escuela,  Fidrich Peter Hiddemann 

      Pero vamos con los alumnos. En primer lugar no todos tienen las mismas capacidades, o si lo prefieren la misma facilidad para estudiar. Debo aclarar, de entrada que doy por supuesto, el derecho que los niños/as con necesidades especiales tienen a integrarse en el proceso escolar. Lo que no acabo de ver, es que las administraciones, hagan el esfuerzo necesario que esto requiere. Allí existe ya un primer fallo, son necesarios más profesores para apoyar estos procesos de integración. Se les llena la boca y hacen anuncios preciosos sin embargo, luego no hay presupuestos suficientes… y sigo.

La escuela del pueblo, Winslow Homer (1871)

Los hábitos del aprendizaje y posteriormente del estudio han de ir inculcándose desde niños, cuando el cerebro es como una esponja capaz de absorber una gran cantidad de estímulos y conocimientos. Esto puede hacerse desde muy pequeños jugando. Pero ¿Quién juega hoy con nuestros niños? Y estoy hablando en general, no de algunos pequeños círculos, piensen en las grandes ciudades donde los padres van a trabajar de noche y regresan a última hora…

Nosotros podíamos jugar horas y horas en casa, con mejores o peores juguetes, pero jugábamos. No nos sentaban delante de una televisión para no oírnos. Y más adelante socializábamos en la calle, aunque fuese cerca, para que te pudiesen controlar desde el balcón o la ventana de tu casa… jugábamos a guerras, a saltar, a escondernos… nos desahogábamos… sacábamos la energía fuera. Ahora a esa edad están pasmados, con un ordenador en su habitación, con un videojuego o colgados de su móvil. Habitualmente, hacen muy poco deporte. Luego resulta que tienen una violencia contenida difícil de canalizar, que no socializan bien y que encima los índices de obesidad y sobrepeso van en aumento.

Castigados, Gustav Igler

Y volvamos con ellos a clase. En general, por lo que cuentan, o les falta educación o falta autoridad. Y digo esto porque yo siempre he trabajado con adultos y no he padecido el problema. Vuelven de clase, y dicen que no han entendido. ¿Y por qué no preguntan…? Luego no quieren deberes… Los deberes, en cualquier etapa, son necesarios. Se quiera o no. Si no se procesa lo explicado, si no se trabajan las materias, no se completa el proceso de aprendizaje. Y el problema se agrava, si en el futuro pretenden ir a la Universidad… El trabajo personal, reflexivo, en casa, en silencio, es básico, y ha de empezar a implementarse desde primero de primaria, para ir aumentándose poco a poco, de tal modo, que al concluir el Bachillerato, el estudiante tiene que ser, por sí mismo, capaz de calcular el tiempo y el esfuerzo que necesita, para sacar adelante bien el curso. Creo que es un lamentable error, que se les pongan deberes que tengan que llevarse a cabo en familia. Los profesores de cada curso, a la vista del horario, deben ajustarlos, para que sean los necesarios, pero siempre asumibles por el propio alumno. De lo contrario, de poco sirven.

La siesta de un escolar, Vincenzo Irolli

Aunque todavía tenemos una gran tarea pendiente. ENSEÑAR A LEER A NUESTROS ALUMNOS. Leer, amplía nuestra visión del mundo. Pero es elemental comprender lo que se lee y disfrutarlo. La lectura hace que la persona se interrogue y se cuestione, a la par que en ella, encuentra respuesta a interrogantes que debe confrontar con sus propias ideas. Si no conseguimos abrir al alumno la puerta que conduce a esto, estamos fracasando.

Un pequeño ratón de biblioteca,  Eduard Swoboda (1902)

Del mismo modo que fracasamos cuando se recortan las ayudas a comedores, o las becas, o cuando vemos como, en un país, que en buena parte ha sustentado su economía en el sector de la construcción, bastantes de sus escolares, dan clases es barracones… Hoy en día todos nuestros impuestos están informatizados, por lo tanto, es posible hacer un reparto de becas y ayudas, de forma justa y equitativa.

Existen otras muchas razones, pero la enseñanza y la educación, no son como pistas para jugar con un monopatín. Es incuestionable que España debe plantearse la Educación y la Enseñanza de una vez por todas, con la seriedad y la urgencia que el problema requiere.

La mancha negra, Albert Bettannier (1887)