MENOS TU VIENTRE
Menos tu vientre,
todo es confuso.
Menos tu vientre,
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre,
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre,
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo.
Si no me equivoco con las cuentas, hoy hace
74 años que falleció el poeta Miguel Hernández, y no me resisto evocarlo aunque
sea de forma breve. Nacido en Orihuela, Alicante, el 30 de octubre de 1910, era
hijo de un tratante de ganado. Su infancia y adolescencia, transcurrieron entre
la asistencia a la Escuela del Ave María, anexa al Colegio de Santo Domingo y
el cuidado de un rebaño de cabras, y este contacto directo con la naturaleza,
lo impregnó a él mismo y posteriormente lo trasmitiría a buena parte de su
obra. A los 15 años, abandono definitivamente los estudios, para dedicarse al pastoreo
de las cabras; sin embargo siguió leyendo: Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla,
Rubén Darío… le encantaba la poesía. Se mantuvo en contacto con los círculos
más cultos de Orihuela, al acudir todas las tardes a la panadería Finoll, en
donde se reunían un grupo de aficionados a la literatura. Ramón Sijé, un joven
estudiante de derecho en la universidad de Murcia, le ayudaba, orientándole en
sus lecturas y le introdujo en el mundo de los clásicos, a la vez que le animaba
a comenzar a escribir. En 1930 Miguel Hernández aparecen algunos poemas en el
semanario El Pueblo de Orihuela y en el diario El Día de Alicante.
Casa natal del poeta |
Placa en la casa natal |
En 1931 se va a Madrid, pero, nadie le hace mucho caso y vuelve a Orihuela. Allí continúa leyendo y escribiendo. Trabajó en la notaría de Orihuela, conocería a Josefina Manresa, y escribió “El rayo de no cesa” en 1933; también inspirándose en Calderón “Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras” y de nuevo volvió a Madrid en 1934, trabajando para José Mª de Cossío, recogiendo y redactando datos para su obra taurina. Tomó contacto con Manuel Altolaguirre, Rafael Alberti, Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. Entre ellos trata de vender algunos números de la revista El Gallo Crisis, recién fundada por su amigo Ramón Sijé. Su anticlericalismo se va acentuando en contacto con todos ellos, y comenzará una etapa poética más comprometida, política y social. Con los escritos de Orihuela, publicó en 1936 “Perito en Lunas”. 1936.
Miguel y Josefina en la Sierra de Orihuela en 1935 |
Cuando estalló la Guerra Civil, se incorporó
al 5º Regimiento, viajó rápidamente a Orihuela a despedirse de los suyos. Le
enviaron a hacer fortificaciones en Cubas, cerca de Madrid, y fue trasladado a
la 1ª Compañía del Cuartel General de Caballería como Comisario de Cultura del
Batallón de El Campesino. Pasó por varios frentes: Alcalá, Boadilla
del Monte, Pozuelo… En plena guerra hizo otro rápido viaje a Orihuela para casarse
el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa.
Intervención de Miguel Hernández en la radio del Quinto Regimiento |
Llevó una vida acelerada y convulsa, que al
fin le provocó una anemia cerebral aguda y por prescripción médica tuvo a ir a
Cox para reponerse. Escribió obras menores de Teatro en la guerra y dos libros de poemas testimonio claro
de esta etapa: “Viento del pueblo” (1937) y “El
hombre acecha” (1939).
Con el triunfo del ejército de Franco intentó pasar la frontera a Portugal pero fue devuelto, Comenzó su ingreso en varias cárceles: Sevilla y de allí al penal de la calle Torrijos (actualmente Conde de Peñalver) en Madrid. A mediados de 1939 es puesto en libertad, tras las gestiones hechas por Pablo Neruda. Pero se va a Orihuela, y allí vuelve a ser detenido e ingresado en el seminario de San Miguel, habilitado como cárcel. Volvió a las cárceles, la de la calle Conde Toreno de Madrid, de allí a la de Palencia en septiembre de 1940, y en noviembre a la de Ocaña. En 1941 otro traslado, esta vez al Reformatorio de Adultos de Alicante, en donde le aparecerán, primero una bronquitis, a continuación tifus, y seguidamente una "tuberculosis pulmonar aguda" que se le extendió a ambos pulmones, en un grado tan alarmante que hasta el intento de trasladarlo al Sanatorio Penitenciario de Porta Coeli resultó imposible. Miguel Hernández, se fue extinguiendo, rápidamente, entre toses agotadoras, hemorragias y unos dolores que lo terminaron de consumir.
El nicho 1009 del Cementerio de Alicante (el original) |
El monumento funerario actual, también en el Cementerio de Alicante |
Moriría un 28 de marzo de 1942, siendo
enterrado el 30 de marzo en el nicho mil nueve del Cementerio de Nuestra Señora
del Remedio de Alicante. En 1984, con motivo de la muerte de su hijo Manuel
Hernández Manresa sus restos fueron exhumados.
Josefina Manresa, ya viuda con su hijo Miguel Hernandez |
TRISTES GUERRAS
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
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