No que me
hayas mentido,
que ya no
pueda creerte, eso me aterra.
F.
Nietzsche
¿Qué sería de nosotros sin los amigos? Pienso que muy poco, apenas una gota de agua en un océano. Y no quiero con estas palabras, restar valor al ser uno por sí mismo, no, no es eso… ya escribí en algún momento sobre la soledad deseada.
Pero
la amistad es un tesoro y es necesario saberlo mimar.
Lo sabían los pueblos más antiguos, quizás por eso, ya en el capitulo 6 del libro del Eclesiástico de la Biblia, se refiere a ella en estos términos:
Lo sabían los pueblos más antiguos, quizás por eso, ya en el capitulo 6 del libro del Eclesiástico de la Biblia, se refiere a ella en estos términos:
La verdadera y la falsa amistad
5 Las palabras dulces multiplican los
amigos y un lenguaje amable favorece las buenas relaciones.
6 Que sean muchos los que te saludan, pero
el que te aconseja, sea uno entre mil.
7 Si ganas un amigo, ponlo a prueba, y no
le des confianza demasiado pronto.
8 Porque hay amigos ocasionales, que dejan
de serlo en el día de aflicción.
9 Hay amigos que se vuelven enemigos, y
para avergonzarte, revelan el motivo de la disputa.
10 Hay amigos que comparten tu mesa y dejan
de serlo en el día de la aflicción.
11 Mientras te vaya bien, serán como tú
mismo y hablarán abiertamente con tus servidores;
12 pero si te va mal, se pondrán contra ti
y se esconderán de tu vista.
13 Sepárate de tus enemigos y sé precavido
con tus amigos.
14 Un amigo fiel es un refugio seguro: el
que lo encuentra ha encontrado un tesoro.
15 Un amigo fiel no tiene precio, no hay
manera de estimar su valor.
La Conversación Vanesa Bell
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Aunque vivir, no resulta un camino fácil, y la amistad, supone un salir del propio eje para ir al encuentro del otro, y compartir las alegrías y las dificultades del trayecto sin reservas. Pero, qué difícil resulta, sin embargo, encontrar verdaderos amigos. En el trabajo, en los momentos de ocio, en los pequeños o grandes círculos sociales en los que nos movemos, tenemos múltiples ocasiones de cruzarnos con personas, con las que, en dadas ocasiones, tenemos cierta tendencia a conectar. Es lo que tiene la empatía. Esto, suele llevarnos al engaño de hacernos creer que estamos generando amistades. Sin embargo, lo que estamos tejiendo es una red social, entorno a la cual, sencillamente, se mueven el quehacer y la rutina de la vida cotidiana.
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En la cervecería Adolph von Menzel |
La amistad es otra cosa. La amistad surge,
cuando entre dos personas se establece una verdadera confianza, se instaura un
íntimo vínculo, en el que mutuamente, uno y otro se admiten en sus vidas tal y
como son. Esto que puede parecer sencillo, no lo es, porque supone un abrir el
corazón, que deja completamente sin defensas a quienes entran en dicha
coyuntura. Por eso, la amistad, tiene algo de sagrado. Montaigne, en su ensayo
sobre la amistad lo describe de forma clara:
“El último extremo de la perfección en las
relaciones que ligan a los humanos reside en la amistad”.
Segundo:
“Lo que generalmente llamamos amigos y amistad no son más que vinculaciones logradas a base de algún interés o por azar, por medio de los cuales nuestras almas se relacionan con ellas. En la amistad de la que yo hablo, las almas se entrelazan y vinculan con otra, por medio tan íntimo, que se disuelve y no existe forma de reconocer la trama que resume”.
Segundo:
“Lo que generalmente llamamos amigos y amistad no son más que vinculaciones logradas a base de algún interés o por azar, por medio de los cuales nuestras almas se relacionan con ellas. En la amistad de la que yo hablo, las almas se entrelazan y vinculan con otra, por medio tan íntimo, que se disuelve y no existe forma de reconocer la trama que resume”.
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Tolcarne Inn Dod Procter |
Además se mantienen todavía algunos tópicos.
Hay quienes no entienden la amistad entre un hombre y una mujer, no la conciben sin una
tensión sexual que medie entre ambos, y eso es falso. La verdadera amistad no
necesita de pulsion sexual, sino como decíamos, de empatía, compresión y
absoluta generosidad. Tampoco es igual la amistad entre los hombres que entre
las mujeres, seria largo de explicar, pero por experiencia, sé que no es igual. Por
todo esto, y por otras causas, la verdadera amistad, es muy difícil de
lograr. No es extraño, que las
fidelidades se resquebrajen, que los egos se impongan con demasiada frecuencia,
de la misma forma que, no todos evolucionamos de igual ni a la par. Todo esto
nos aleja, y en ocasiones llega un momento en el que rencores y resentimientos,
llegan al extremo de sustituir al afecto y la confianza. La amistad se ve
sumida entonces en un estado tal de naufragio, que solo provoca adversidad y
desdicha. Si por desgracia se llega a tal situación o etapa, aunque nos duela, parece preferible soltar amarraras. Esto exige un doble esfuerzo, porque por un
lado, necesitamos la humildad necesaria para reconocer que, también nosotros
hemos podido equivocarnos en la elección, y saber contemplar nuestros fallos cara a
cara exige mucha valentía. Además, de que cada ruptura provoca una herida que a
menudo resulta desgarradora.
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Oráculo de amor.Albert Rizberger |
Sin embargo todo esfuerzo
tiene su recompensa. Uno acaba conociéndose mejor. Aprende que hay que dejar
que las heridas sanen, y que el mundo de los afectos se serene. Que es
necesario tomar fuerzas para ser capaz de reorientar la brújula y salir, sin
prejuicios ni resquemores, abiertos hacia otros mares, en los que nuevos amigos
nos encuentren para también a nosotros, dejarnos ser encontrados y continuar la
travesía. Se descubre entonces, que en estas crisis, es en las que se aprende a
diferenciar entre la amistad verdadera de la insustancial. Menuda lección... El
dolor merece la pena, es como pasar por un quirófano.
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Parkland con dos hombres con sombrero de copa Ewuard Diriks |
Acompaño esta breve reflexión con un poema de Jorge Luis Borges, que como siempre, describe con sus versos de manera inmejorable el tema que hoy tratamos.
A UN AMIGO
No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuestas para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días oré por ti...
En estos días me puse a recordar a mis amistades más preciosas.
Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba.
Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos.
Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme.
Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos,
sea en la alegría o sea en la serenidad.
En estos días pensé en mis amigos y amigas,
entre ellos, apareciste tú.
No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el número uno ni el número final.
Lo que sé es que te destacabas por alguna cualidad que
trasmitías y con la cual desde hace tiempo se ennoblece mi vida.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.
Entonces entendí que realmente somos amigos.
Hice lo que todo amigo:
Oré... y le agradecí a Dios por ti.
Gracias por ser mi amigo.
Jorge Luis Borges
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